Borrar
Las diez noticias imprescindibles de Burgos este lunes 20 de enero
La actriz Jone Laspiur, conductora del filme, en el Peine de los Vientos en una de las secuencias iniciales del documental.
La película que esculpe la obra de Chillida

La película que esculpe la obra de Chillida

Arantxa Aguirre estrena en cines 'Ciento volando', un documental con el que se cierran las celebraciones del Año Chillida

Miércoles, 8 de enero 2025, 18:16

Observa Andrés Nagel en 'Ciento volando' que las esculturas de Eduardo Chillida (1924-2002) no invitan a golpearlas con los nudillos, como sucede con otras, que suenan a hueco. Nagel acierta al decir que ante las moles macizas del escultor donostiarra nos vemos obligados a acariciarlas, a recorrer su orografía de hierro y óxido en toda su esencialidad y pureza. «Mis obras son desnudas y silenciosas, no pretenden llamar la atención sino adentrarse en lo desconocido», escribió su creador.

Presentada en el pasado Festival de San Sebastián, la película que conmemora el Año Chillida llega mañana a los cines como colofón de doce meses de actos y celebraciones. La directora Arantxa Aguirre firma un documental de clara vocación didáctica, que no descubre nada nuevo del artista, pero que invita a regresar al espacio en el que pudo hacer realidad su sueño de hacer dialogar sus obras con la naturaleza: Chillida Leku.

Tráiler de 'Ciento volando'

Con su proverbial buen gusto, la directora de 'El esfuerzo y el ánimo' y 'Dancing Beethoven' prescinde de los bustos parlantes habituales en los documentales. La actriz Jone Laspiur, ganadora del Goya por 'Ane', conduce al espectador por el imponente caserío de más de 500 años que Chillida vació para introducir el espacio, así como por las esculturas de Zabalaga. Al mismo tiempo, interroga a artistas como Andrés Nagel, Fernando Mikelarena y Koldobika Jauregi, fallecido el año pasado y a quien está dedicado el documental. También aparecen familiares del escultor, trabajadores de Chillida Leku –desde su arquitecto a su jardinero– y expertos del mundo del arte como el comisario Kosme de Barañano y Miguel Zugaza, director del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Zugaza se recuerda de niño en el taller de Chillida, amigo de su padre. «Era un lugar donde corría el pensamiento», apunta. Las 13 toneladas y media de hormigón armado de 'Lugar de encuentros IV' que daban la bienvenida a los visitantes de la pinacoteca bilbaína parecen ahora mucho más ligeras al gravitar entre los árboles de Zabalaga. «Hasta el viento la mueve», demuestra Zugaza, que la devolverá al parque de Doña Casilda cuando acaben las obras de ampliación del museo.

Una imagen del documental rodado en Zabalaga.

La música de Bach, «la banda sonora de su vida», acompaña las imágenes de 'Ciento volando', que toma su nombre de una carta que Chillida envió a Pilar Belzunce, con quien estuvo desde que ella tenía 13 años y él 15. «Más vale ciento volando que pájaro en mano», escribió aquel chaval solitario, que caminaba entre las rocas del Monte Igeldo cuando había temporal, fascinado por unas olas que imaginaba llegadas de la Península del Labrador. Justo donde hoy retan al Cantábrico los tres brazos del Peine de los Vientos. Portero de la Real Sociedad hasta que una lesión lo sacó del campo, estudiante frustrado de Arquitectura en Madrid, Chillida se empapó de las corrientes artísticas en París, pero supo enseguida que no podría crear sin la luz oscura del Cantábrico.

«Todavía me queda mucho para conocer a Eduardo Chillida», asegura Arantxa Aguirre. «Me gusta que se sienta incómodo en París y que al volver a su tierra encuentre la fuerza para hablarle al mundo. En la fragua de Hernani halló su voz. También me atraía que alguien poderoso, con voz recia, que trabaja el hormigón y el hierro, tenga rasgos de mucha sutileza y sensibilidad. Ese contraste tiene mucho que ver con Euskadi, lo he advertido también en Pío Baroja», constata la directora, hija del director donostiarra Javier Aguirre y la actriz Enriqueta Carballeira.

Jone Laspiur en el Peine de los Vientos.

Mikel Chillida, nieto del escultor, no recuerda que su aitona pisara jamás un bar. Y Joaquín Montero, el arquitecto de Zabalaga, asegura que el escultor se obligó a dibujar con la mano izquierda porque con la derecha le resultaba muy fácil. Un vistazo a su biblioteca también ayuda a entender el carácter del artista vasco más universal: San Juan de la Cruz, José Ángel Valente, 'El libro del té', 'Zen en el arte del tiro con arco' y 'Andando y pensando', de Azorín, que ha inspirado a la directora las entrevistas peripatéticas del documental.

«Nagel afirma que Chillida era una persona amable, y a mí eso me parece importantísimo», alaba Aguirre, que pasa por encima de aspectos conflictivos de su vida como su enfrentamiento con Oteiza, el proyecto frustrado de Tindaya en Fuerteventura y el cierre de Chillida Leku durante ocho años. «Me gustaría tenerle como vecino, y eso no pasa siempre con los artistas».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta La película que esculpe la obra de Chillida