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De niña, Patricia López Arnaiz (Vitoria, 1981) jugaba a ser tendera y ensayaba coreografías con un radiocasete en el barrio del Pilar. Unos días fantaseaba con ser profesora de matemáticas y otros bailarina. Estudió Publicidad y Relaciones Públicas en la UPV y no se interesó por el teatro hasta los 25 años. Nunca soñó con ser actriz. Fue camarera en Bilbao y monitora en el comedor y el aula matinal de la ikastola Zabalgana. Y trabajó en labores de producción en la sala de conciertos Hell Dorado de la capital alavesa.
No pidió la excedencia hasta que el volumen de trabajo confirmó que, efectivamente, era actriz: la trilogía de 'El guardián invisible', las series 'La peste' e 'Intimidad', 'Mientras dure la guerra' y 'Ane', por la que ganó en 2021 el Goya a la mejor actriz protagonista. 'Los destellos', tercer largometraje de Pilar Palomero, que llegará a los cines este próximo viernes, también la llevará a buen seguro a la gala de los Premios de la Academia por su composición de una mujer que cuida de un antiguo amor (Antonio de la Torre) en los últimos días de su enfermedad.
«'Los destellos' es un recordatorio de la finitud para que seamos más conscientes del milagro de vivir, de estar aquí ahora mismo», expresó la actriz de '20.000 especies de abejas' en su discurso de agradecimiento. Tuvo palabras de admiración para Palomero, «una gran directora de actores y actrices», y dedicó el galardón a su «familia adorada», con quienes vive en un pequeño pueblo de la montaña alavesa que prefiere no desvelar.
¿Cómo una película con un tema tan duro como el tránsito hacia la muerte de un ser querido puede comunicar ganas de vivir? «La responsable máxima es Pilar Palomero y eso viene de una experiencia previa», cuenta la actriz a EL CORREO tras la gala del palmarés. «Habla de algo que Pilar conoce y ha experimentado. A través del acompañamiento de una persona querida, en ese tránsito, ella tuvo momentos en los que sintió la luz del sol de otra manera, el calor en la piel. Creo que Pilar tiene esa sensibilidad y el talento necesario para transmitirlo. Es una grandísima narradora cinematográfica y uno de sus aciertos es la medida».
Patricia López Arnaiz vio la película terminada y sintió «admiración». «Tenía material suficiente para mostrar mucho más el sufrimiento de esa familia, pero no lo utilizó. Lo muestra pero no exhibe». Y pone el ejemplo de esa «poesía» en la escena de la muerte del protagonista. «No enseña a su familia llorando, sino esperando en un pasillo. Y el sonido de la cremallera de una bolsa cerrándose».
Con 'Nina', de Andrea Jaurrieta, todavía en la cartelera, la actriz vitoriana atraviesa un momento dulce de una carrera que comenzó en '80 egunean' hace ya 14 años. Trabajar con directoras emergentes del cine español como Pilar Palomero, Estíbaliz Urresola y Andrea Jaurrieta está siendo «un disfrute».
«Mis últimos largometrajes han sido con tres amigas, tres mujeres talentosísimas con las que disfrutas mucho el trabajo. Las tres tienen una mirada diferente, pero coinciden en que trabajan el vínculo, las relaciones entre personajes. Son muy de rascar, no imponen una idea o una forma, sino que investigan. Tienen sensibilidades especiales. Y con las tres me he llevado una amiga después del rodaje, lo que es un regalo».
Sus dos próximos proyectos la llevarán con dos realizadores vascos. Ya rueda 'Singular', de Alberto Gastesi,un thriller de ciencia ficción sobre los límites de la Inteligencia Artificial, en el que comparte protagonismo con Javier Rey, y en octubre comenzará 'Sacamantecas', una historia de la crónica negra de nuevo junto a Antonio de la Torre dirigidos por David Pérez Sañudo.
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