Najwa Nimri se come 'La virgen roja'

«Tú no tienes padre, hija, por eso somos libres», explica Aurora Rodríguez Carballeira a su hija Hildegart. También le invita a verse la vulva con un espejo, «porque no necesitamos a los hombres para darnos placer». 'La virgen roja' es una cinta con el rótulo inicial de «basado en hechos reales», cuya historia fue llevada a la pantalla por Fernando Fernán Gómez en 'Mi hija Hildegart' (1977). «Si la mujer se diera cuenta del acto trascendente que es ser madre lo haría con los ojos puestos en las estrellas», sostenía esta madre que en la primera escena descerraja tres tiros a su hija tumbada en la cama: en el sexo, «por Freud»; en el pecho, «por Nietzsche»; y en la cabeza, «por Marx». En su cabeza, el amor y la revolución no eran compatibles.

Hildegart Rodríguez estaba llamada a ser la mujer del futuro en la España de la II República, «pero no dio tiempo», lamenta su fanática madre, que en el largometraje de Paula Ortiz la engendra con un sacerdote porque este nunca podrá reclamarla. De la Galicia de 1914 saltamos al Madrid de 1931, que bulle de agitación social y política y en el que esta niña prodigio modelada por su madre se convertirá en un personaje. A los 4 años ya tenía el título de mecanografía; a los 8 hablaba seis idiomas; fue la abogada más joven de España. Su madre le había organizado cada minuto de la vida siguiendo los dictados de la eugenesia, que aplica la genética para mejorar la especie humana.

'La virgen roja', seleccionada fuera de concurso en la sección oficial de San Sebastián, discurre como un tiro. Conserva algunos de los tics efectistas y esteticistas propios del cine de Paula Ortiz, como esa estatua que se va resquebrajando, pero aparece como su película más contenida y redonda. Posee empaque de producción (Amazon es productor) y sorprende con imágenes tan impactantes como las celebraciones de la proclamación de la II República frente al Congreso de los Diputados. También arriesga con escenas al borde de lo bizarro, como el orgasmo que la protagonista experimenta cuando los socialistas ganan las elecciones o la primera regla, que le baja en mitad de su primer discurso.

Asegura Paula Ortiz que los discursos de Hildegart, que se pueden encontrar en internet, hoy seguirían siendo subversivos. El despertar a la conciencia feminista de una mujer concebida para cambiar el mundo resulta actual, al mismo tiempo que no se puede dejar de sentir dolor por el fugaz sueño de una España ilustrada e igualitaria, que la guerra frustró. 'La virgen roja' muta de drama político a película de terror cuando la zumbada Aurora se convierte en villana de Disney, olisqueando a su hija para comprobar si ha salido. Najwa Nimri, bellísima, se come al resto del reparto en una historia fascinante en la que nadie se aburrirá.

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