Meg Ryan se reencuentra con el amor

La fallida 'Cuando un hombre ama a una mujer' y la plúmbea 'City of Angels' fueron sonados fracasos. Hay que remontarse hasta 2003 para encontrar una película decente en la filmografía de Meg Ryan: 'En carne viva', de Jane Campion. Las dos décadas posteriores ha sido noticia por los estragos de la cirugía en su rostro.

'Lo que sucede después' supone la resurrección artística de la actriz, que también se pone detrás de la cámara en una suerte de deconstrucción de las comedias románticas que la lanzaron a la fama. Ryan ya debutó como directora en 2015 con 'Ithaca', un drama ambientado durante la II Guerra Mundial. Aquí demuestra una mirada sabia y desengañada sobre un tema ausente de las pantallas: el amor (o mejor dicho el desamor) entre dos seres adultos.

Toda la acción tiene lugar en un aeropuerto de provincias durante una tormenta un 29 de febrero. Los protagonistas se ven obligados a esperar a que amaine y salgan sus vuelos. Hace veinticinco años que no se ven. Estuvieron casados y se quisieron cuando eran unos veintañeros cargados de sueños. Ella, Meg Ryan, no ha tenido hijos y se gana la vida como coach y sanadora en esas pseudoterapias que engañan a pobres de espíritu. Sigue siendo despistada y un poco desastre. Él, David Duchovny, lleva un traje de triunfador. Se ha casado y tiene una hija preciosa. No aguanta el hilo musical del aeropuerto. En su día, escuchaban a Soundgarden y los Pixies.

Este encuentro casual actuará de catarsis para una pareja que, como tantas otras, nunca se paró a analizar por qué rompió. Ryan, la estrella del último Festival de Barcelona, recibió el guion basado en una obra teatral, 'Shooting Star', y sintió que podía manejar una histora con solo dos personajes y una única localización: «Creo que, en el fondo, yo tenía algún tipo de fantasía con esta situación: ¿qué pasaría si te encontraras con un ex y estuvieras atrapada y tuvieras que resolver algo?», se pregunta la actriz. «Después comencé a amar la idea de que ese encuentro estaría en manos benévolas, que el universo lo habría coreografiado para que se entendieran después de 25 años. Ha pasado el tiempo, pero todavía producen ese efecto el uno en el otro».

'Lo que sucede después' está dedicada a Nora Ephron, que dirigió a la actriz en 'Tienes un e-mail'. Hay momentos de comedia, pero el tono melancólico y amargo va apoderándose de la función mientras la pareja recorre el aeropuerto. «La pregunta que surge siempre en las comedias románticas es si los protagonistas van a acabar juntos o no», precisa la directora. «Creo que por esa razón ha evolucionado tan poco el género. Esta película trata sobre personas mayores y sigue siendo romántica y sexy. Para mí, tiene una relación con filmes de los años 40, como 'La fiera de mi niña', en términos de gags y ritmo. Nora Ephron sostenía que las comedias románticas eran una manera increíble de hablar del tiempo en el que transcurrían. Y eso hacemos en 'Lo que sucede después'».

No siempre funcionan igual de bien los diálogos ágiles que vertebran esta comedia de poco más de hora y media. Pero merece la pena asistir al espectáculo de dos actores espléndidos y atractivos con más de 60 años, que ponen en limpio el amor y la pasión que se profesaron cuando tenían toda la vida por delante. «Solo espero que el público se ría», confía Meg Ryan. «Esta no es una película seria o demasiada profunda, pero creo que habla de algo contagioso. Si alguna vez te has preguntado qué pasaría si vieras a un ex y tuvieras algunas cosas sin resolver, esta película es una exploración gigante de eso».