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Los Planetas arrastran un largo historial de encuentros y desencuentros, de adicciones y huídas. Y ese el espiritu que ha querido atrapar Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez en 'Segundo premio', un biopic musical libre y poético, que pretende ser más fiel al mito que a la verdad. «Esto es una leyenda, no un documental ni una biografía literal», aclaró Lacuesta en el Festival de Málaga, donde la cinta que llega este 24 de mayo a los cines se llevó la Biznaga de Oro a la mejor película española y los premios a la mejor dirección y el montaje.
Este personalísimo y psicodélico retrato del grupo granadino se centra en el proceso de elaboración de su tercer disco 'Una semana en el motor de un autobús', señalado por la crítica como su obra cumbre. El carácter «libérrimo» de una banda que sigue en activo 31 años después de su creación contagia un filme que captura una atmósfera y reconstruye la Granada de los 90, con garitos y tiendas de discos que hoy solo pueden contemplarse desde la nostalgia.
Únicamente uno de los personajes tiene nombre, May (Stéphane Magnin), como la bajista que tocaba de espaldas al público y que abandonó el grupo para estudiar en la universidad y llevar una vida normal. El resto responde al nombre de 'el guitarrista', 'el bajista' o 'el batería' y están interpretados por actores con dotes musicales y artistas de la escena granadina, como Daniel Ibáñez, Cristalino, Mafo, Chesco Ruiz y Edu Rejón. Se escuchan las canciones de Los Planetas, pero interpretadas por otros en directo y con subtítulos, porque las letras «acompañan al pensamiento de los personajes y hacen avanzar la acción», según Lacuesta.
Qué duda cabe de que los fans de Los Planetas disfrutarán mucho más la película que los que no conozcan a los padres del 'indie' español. «No tenía ningún sentido hacer la película oficial de Los Planetas porque ellos nunca fueron oficialistas», justifica Isaki Lacuesta, al que interesa el proceso creativo que lleva a elaborar un tema. 'Segundo premio' está rodado con el pulso firme e imaginativo de su autor, alternando narradores y puntos de vista, como corresponde a la leyenda.
La película fue un proyecto de Jonás Trueba durante años, pero los desencuentros con los miembros de la banda provocaron que perdiera la pasión. Justo cuando iba a iniciarse el rodaje cayó gravemente enferma la hija del realizador y la guionista Isa Campo, así que el ganador de dos Conchas de Oro dirigió el filme a distancia desde el hospital, con la ayuda de Pol Rodríguez en el set. «Es imposible saber si de haber estado en el rodaje hubiera modificado cosas», aventuraba el realizador en Málaga.
¿Cómo surgen las canciones? ¿Cómo puede sobrevivir una banda cuando uno de sus miembros está inmerso en un proceso de autodestrucción? ¿Se puede capturar el espíritu de Granada en una película? «Granada es una meca musical», confirma el autor de 'Los pasos dobles'. «Como se dice en la película, la Velvet es Nueva York, Joy Division es Manchester y Los Planetas son Granada. Para mí, hay un hilo clave que cruza el siglo XX desde Granada: Federico García Lorca, Val del Omar, Morente, Los Planetas y Lagartija Nick. Ese espíritu implica estar abierto a lo imprevisto».
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