Secciones
Servicios
Destacamos
«Una vez que has tenido en tus brazos, besado, acariciado, poseído a un chico de 13 años, a una niña de 15, todo lo demás te parece insulso, pesado, insípido», escribió Gabriel Matzneff en 'Los menores de 16 años', un libro publicado en 1974 ... y reeditado en 2005. Autor prolífico, con medio centenar de títulos y ganador de numerosos premios literarios, Matzneff no solo no ocultaba su pedofilia, sino que se jactaba de su voracidad desvirgando niñas. Los cenáculos literarios le reían las gracias. Encarnaba la transgresión y la amoralidad. Su seducción a colegialas parisinas y sus viajes a Filipinas en busca de niños era el morboso material de sus libros.
Todo cambió en 2020, cuando una de sus víctimas, Vanessa Springora, publicó 'El consentimiento'. «A los 14 años, no es normal que un hombre de 50 te espere a la salida de clase (…) ni encontrarte en su cama, con su pene en la boca, a la hora de la merienda», escribía en un libro que conmocionó a Francia. En un país en el que no hay una edad mínima fijada por ley para mantener relaciones sexuales, nadie pareció escandalizarse en su época de las confesiones de Matzneff, que contaba incluso con la admiración de Mitterrand. Tuvo que ser Springora, a los 47 años, la que destapara la crueldad de un depredador que en 2013 recibió el prestigioso Premio Renaudot de ensayo y que hasta hace cuatro años cobraba una generosa paga del Centro Nacional del Libro.
La directora Vanessa Filho asume el escabroso reto de adaptar 'El consentimiento' en una película escrita en colaboración con la propia Springora y François Pirot que llega a los cines el 19 de abril. Cuenta con dos actores soberbios: Jean-Paul Rouve y Kim Higelin, que a sus 24 años posee un físico que le permite pasar por una adolescente. Ella encarna a Springora, una niña sensible y letraherida, deslumbrada por el carisma de Matzneff, un amigo de la familia que enseguida se encapricha con ella.
El escritor la posee física e intelectualmente. Convertida en protagonista de sus libros y diarios, Springora empieza a ser consciente de que nunca podrá pasar página, porque Matzneff ha impreso sus vivencias para la posteridad. Solo podrá liberarse cuando ella haga lo mismo y encierre al monstruo en otra jaula: la de su libro.
«No se puede permanecer a distancia para ayudar a la gente a comprender el fenómeno de la manipulación», precisa Vanessa Filho. «Para que el espectador tome conciencia en tiempo real de toda la mecánica y tenga acceso a la verdad de esta historia sabía muy bien que no podía eludir ni endulzar la violencia psicológica y sexual inherente a su trauma».
'El consentimiento' es una película incómoda de ver. Rouve resulta repulsivo y magnético a la vez con su duro aspecto físico y una voz profunda que suelta una sentencia tras otra hasta caer en la caricatura. Higelin borda un papel dificilísimo, que atraviesa sucesivamente el deslumbramiento, el enamoramiento, la sensación de ahogo y la culpa. La madre terrible que encarna Laetitia Casta, sumisa al entregarla a un pederasta, las risas en los programas televisivos de libros que aplaudían a Matzneff o el médico que invita a la protagonista a rajar su himen son apuntes brillantes de una cinta cruda que no deja indiferente.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
25 artistas para descubrir y disfrutar en 2025
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.