Borrar
Caleb Landry Jones en 'Dogman' RC
'Dogman': el amor frente al dolor
'Dogman', de Luc Besson

'Dogman': el amor frente al dolor

El responsable de 'El quinto elemento' firma un cruce entre el thriller, el drama y el musical con un protagonista de campanillas, extravagante y expresivo

Miércoles, 31 de julio 2024, 09:53

Duelo de interpretaciones estratosféricas en la cartelera veraniega del primer fin de semana de agosto. Si el pérfido ser contrahecho que interpreta Nicolas Cage en 'Longlegs', escalofriante y maligno, ya es historia del cine de terror, el protagonista que defiende Caleb Landry Jones en 'Dogman', un tipo atormentado, de infancia cruenta, es igualmente excepcional. El título del filme hace referencia al amor incondicional que el personaje siente por los perros. Se encuentra seguro rodeado de canes, en una peculiar vivienda que se ha montado en un espacio ocupado donde idea curiosos atracos para financiar su día a día. Los sabuesos, de diversas razas, son sus compañeros de vida, fieles y entregados. Atrás quedan los abusos que sufrió de chaval, con terribles secuelas físicas. El dolor lo lleva marcado en el rostro. El sufrimiento está en su cuerpo, retorcido, pero ha conseguido rehacer su vida desde la excentricidad. Se expresa participando en números de cabaret, vestido de drag queen, cantando frente al público adicto a la noche algunas canciones conmovedoras. Thriller, música y drama se dan la mano en la última apuesta escrita y dirigida por Luc Besson, cineasta galo de ecléctica filmografía que no suele rematar sus filmes con nota alta, pero todas las propuestas de su cosecha merecen la pena, todas gozan de algún aspecto llamativo, desde 'El profesional' a 'El quinto elemento', pasando por 'Juana de Arco' o la reivindicable 'Valerian y la ciudad de los mil planetas'.

Besson, acostumbrado a competir con el cine comercial made in USA con sus mismas armas y el desparpajo francés, firma una agradecida muestra de cine dramático, con tintes sociales, que juguetea con otros géneros. La película cuenta con algunos bienvenidos estallidos de agresividad que derivan en explícitas secuencias de acción entre cuatro paredes donde se llevan las trampas y el intercambio de balas. Caleb Landry Jones, quien llamó la atención de los seguidores del fantástico gracias a su papel en 'Antiviral', ópera prima de Brandon Cronenberg, está sublime aportando expresividad a un rol complicado, sin caer en una teatralidad excesiva. Golpeado salvajemente por su padre durante su infancia, encerrado en una jaula rodeado de excrementos, también fue ninguneado por su envidioso hermano, marginado en el hogar que le vio crecer. Apenas se entendía con los animales de cuatro patas. Suaviza sus tremebundos traumas y anhelos gracias a sus colegas perrunos, a quienes acoge en una suerte de fortaleza doméstica creada por él mismo en un edificio en ruinas. En su afán por ayudar a los demás, se mete en un lío del que solo puede salir empleando su astucia y la de sus queridos chuchos. La violencia engendra violencia, en una espiral incontrolable donde la presencia del amor frente al dolor es constante. Inevitable la sombra de Shakespeare en un mosaico de ideas que llegan a una meta aceptable, a pesar de la audacia de juntar algunos elementos demasiado dispares. En 'Dogman' hay desparrame cabaretero, tiroteos, reivindicación animalista, salud mental, religiosidad y un justiciero urbano, entre otros ingredientes extraordinarios.

Jonica T. Gibbs y Caleb Landry Jones en 'Dogman' RC

Besson se atreve con todo como director y guionista, su valentía es digna de aplauso. No tiene miedo al ridículo, sabe moverse en el filo y tira para adelante, caiga quien caiga. 'Dogman' se sostiene especialmente gracias al trabajo frente a la cámara de Caleb Landry Jones, ¿el nuevo Phillip Seymour Hoffman? Ojalá brille en una cartelera que necesita aire fresco.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta 'Dogman': el amor frente al dolor