Secciones
Servicios
Destacamos
Aitor Luna (Bergara, 1981) empezó hace veinte años en 'Los hombres de Paco'. Después vinieron 'Gran Reserva', 'Velvet', 'Las aventuras del Capitán Alatriste', 'Valeria'... En 'La bandera', desde el 14 de junio en los cines, encarna al hijo de Imanol Arias, más pendiente de heredar la casa paterna que de preocuparse de un padre fabulador nato.
–¿Se siente más a gusto en la piel del hermano bohemio y tarambana que en la del padre de familia triunfador?
–Sí. Fue una elección mía, porque en un principio nos ofrecieron la película a mi hermano y a mí. Yon (González) no la pudo hacer y yo elegí este papel.
–La película habla de la identidad familiar, que siempre nos marca aunque queramos escapar de ella.
–La familia es lo más importante. La gente sale de ver 'La bandera' y tiene ganas de llamar a su padre. Da ganas de abrazar y de pasar tiempo con los tuyos, porque en esta vida el tiempo se nos va volando. Antes se escuchaba a los mayores, eran los maestros. Ahora su voz se ha cambiado por atender a las redes. Y así nos va.
–Fue hijo de Imanol Arias en una obra de teatro. ¿Qué aprende a su lado?
–Imanol tiene tal bagaje y tal callo que parece que las cosas le salen fáciles. Está maravilloso en la película. Llevamos muchas horas de vuelo juntos y sigo aprendiendo de él en cada plano.
–El año que viene 'Los hombres de Paco', su primera serie, cumplirá veinte años.
–Ya, tío. Veinte añitos sobreviviendo, da vértigo. Cada vez cuesta más, aquí seguimos aguantando el tirón. ¿Sabes que hay mucha gente viendo 'Los hombres de Paco' en plataformas? Me vienen contando que les encanta.
Noticia relacionada
–¿En qué momento de su carrera supo que ya se iba a dedicar a esto toda la vida?
–Ese momento nunca ocurre en la vida de un actor. Depende de todo menos de ti. Puedes crear tus propias historias si tienes la motivación y la capacidad para ello, pero al final esta es una profesión en la que no puedes dar por seguro nada. Yo vivo como John Rambo: día a día. Como dice José Mota: no comiendo y sacando para los gastos.
–¿Qué no está dispuesto a hacer para seguir ahí?
–A ver, ha habido momentos en los que podía haber salido en el 'Hola'. Por como soy nunca me ha interesado lo de criar fama. Un error. Pero no me sale, como lo de las redes. Pido disculpas a toda la peña que me sigue, pero es que no me sale.
–¿Echa de menos haber hecho más cine?
–Trabajar nos mola a todos. Sí, siempre cabe un poquito más.
–Con el boom de las series parece, desde fuera, que hay pleno empleo entre los actores.
– Evidentemente hay más trabajo y más opciones. Lo ideal sería que tuviéramos buenas condiciones, nuestros derechos de imagen... Un montón de cosas que nos faltan. La gente se cree que los actores cobramos un dineral y no es así. Para nada. Un poquito de tiempo también estaría bien, aunque hay equipazos que curran de la hostia.
–¿Qué hubiera sido de usted si no hubiese salido de Bergara a los 17 años?
–Buf. Ni idea. Antes de todo esto barajaba hacer Hostelería. Hoy pienso que hubiese acabado en algo relacionado con la naturaleza.
–De Donosti se vino a Bilbao a hacer café teatro y performances en las calles.
–Es un recuerdo con lucecitas de neón. Una etapa maravillosa, no tenía un duro pero andaba despreocupado todo el día, de aquí para allí, de bar en bar, haciendo lo que me gustaba. Solo me preocupaba pagar el alquiler a final de mes. Una época muy dulce que recuerdo con mucho cariño.
–¿Los 40 años le preocupan más a un actor o a una actriz?
–Ellas lo tienen más complicado, aunque las cosas están cambiando poco a poco afortunadamente. Yo llevo dos años en que me han llamado lo justo. He hecho dos días en una peli que se estrena en diciembre, '¿Quién es quién?' y poco más. Hay un momento en el que no eres el padre ni el hijo. Ahora mismo no tengo planes profesionales, me voy a la playa: a falta de textos, buena es la arena. La abuela se fue por el covid y nos dejó un pisín al que hemos ido toda la vida.
–¿Tiene rivalidad profesional con su hermano?
–Somos perfiles distintos, no hay competitividad. Aquí es imposible ser como Daft Punk, tienes que enseñar la cara. No quisiera tener la popularidad de mi hermano, las chicas... Yo te firmo por un secundario cada dos años, prefiero tener un poco de vida con un perfil más bajo, ser anónimo. Tampoco te compensa a nivel económico, porque gana más el dire de casting que tú.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La bodega del siglo XIV que elabora vino de 20 años y el primer vermut de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.