Secciones
Servicios
Destacamos
Todos los días volvemos a empezar, sólo que a principios de septiembre, igual que sucede con las uvas o las hogueras de San Juan, lo notamos un poco más. Un cambio drástico en lo laboral, una nueva casa, un viaje instalado en el largo plazo, ... una separación dramática o el nacimiento de un hijo: pocas cosas superan, con su sensación de novedad revolucionaria, al olor de los cuadernos por estrenar, el tacto de las agendas en blanco o al dolor de cabeza producido por el síndrome posvacacional.
Cada septiembre inventamos mil formas distintas, unas más dictatoriales que otras, de recuperar la rutina perdida, de exprimir nuestro tiempo, de volvernos maestros de la productividad y de afinar nuestros objetivos de vida: no importa que uno lleve seis meses con la moral por los suelos, que el confinamiento haya aumentado el poder atractivo del sofá o que el tedio se haya quedado a vivir en el cuarto de invitados, porque nada podrá evitar que este septiembre se disparen nuestras calificaciones, que el 'six pack' transforme nuestro cuerpo o que la próxima primavera hablemos inglés mejor que Orwell. Esta vez sí, este curso va a ser el bueno. Como todos los anteriores.
Sin embargo, esta vez la cantinela de cada año resuena de otra manera: cualquier atisbo de comienzo sumergido en una pandemia mundial adquiere un cariz heroico. Volver a contarnos el cuento de siempre como si todo siguiese igual, como si, en el fondo, la encrucijada vital que ha traído consigo la crisis sanitaria no lo hubiese puesto todo patas arriba, es un síntoma precioso de que el empeño por resistir todavía no ha cejado. Ojalá este año, sin que sirva de precedente, el espíritu del nuevo comienzo nos dure más de una semana.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.