El año 2021 ha sido, sin duda, un año de transición para Castilla y León y para la provincia de Burgos. Un año de paso entre una situación que nos ha marcado a todos para siempre a causa de la pandemia provocada por la covid- ... 19, y un horizonte 2022 cargado de optimismo y con el objetivo de la recuperación. Ese puente entre dos realidades, ese año de cambio, es este que se acaba y sobre el que hemos puesto el mayor de nuestros esfuerzos.
Cuando tomé posesión en julio de 2019 como consejero de la Presidencia de la Junta de Castilla y León no imaginé jamás que nuestra tierra, España, y el mundo se viera envuelto en una situación tan compleja que marcaría nuestro futuro próximo de una forma tan determinante.
Y es que la pandemia ha dejado su huella de muchas formas, la más importante es, sin duda, la pérdida de seres queridos, de amigos, de familiares, de nuestros paisanos. Por ellos también seguimos luchando, para que su partida no sea aún más injusta, y más dolorosa. Seguimos adelante por el futuro de nuestros hijos y el de esta Comunidad por la que siempre merece la pena trabajar.
En ese trabajo constante por superar cualquier adversidad nos hemos encontrado todos en la Comunidad, las instituciones, los profesionales de toda índole, las personas al servicio de esta noble tierra. Y así, desde mis responsabilidades puedo hacer un balance muy positivo si pienso en cómo la colaboración ha sido, si cabe, aún más determinante en estas circunstancias que nos ha tocado vivir.
Y es que si hago un resumen efectivo de este 2021 debo hacerlo desde la verdadera esencia de Castilla y León que es también la de Burgos, desde los 371 municipios de la provincia, la que más tiene en Castilla y León, y por extensión desde los 2248 de la comunidad, una de las más extensas de Europa. Una tierra conectada de norte a sur, de este a oeste gracias a los servicios que la Junta pone a disposición de los castellanos y leoneses, y todo bajo el paraguas del municipalismo, un ADN único que nos iguala a todos en Castilla y León.
Entre las atribuciones de la consejería que dirijo está la de la Administración Local, un trabajo que se torna en verdadera satisfacción porque me ha permitido escuchar a alcaldes, concejales y vecinos de toda nuestra geografía, de acercarme en primera persona a sus inquietudes y necesidades, y de poder dar soluciones adaptadas a sus demandas con el único objetivo de mejorar la vida de las personas.
Y con la pandemia de por medio lo hemos hecho con mayor dedicación, porque si hablamos de diques de contención frente al virus, podemos afirmar sin duda alguna que las entidades locales han sido uno de los más importantes, por su cercanía y dedicación.
En lo que llevamos andado en esta legislatura he tenido la posibilidad de hacer más de 100 visitas a municipios de toda la comunidad, y en este balance recuerdo especialmente las que he cursado a la provincia de Burgos.
Han sido decenas de visitas por diversas obligaciones como consejero de la Presidencia, pero me detengo especialmente en algunas que tienen como telón de fondo la mejora de la vida de las personas.
Como la que hice a Cogollos en julio, para poner en valor una pequeña inversión que, sin embargo, ha posibilitado algo tan significativo como que el ayuntamiento pudiera terminar la urbanización de la Calle Real y con ella la mejora de los servicios urbanos esenciales; o la que realicé a Espinosa de los Monteros en septiembre, para conocer una gran inversión que suma a esa puesta en valor incuestionable del Puerto de la Sia, con la mejora de la carretera de Picón Blanco, atractivo único para turistas y amantes de la naturaleza.
Por supuesto, no puedo olvidarme como burgalés, del año tan importante que ha vivido la ciudad de Burgos y su proyección internacional con acontecimientos tan destacados como el VIII Centenario de la Catedral. Un hito que he vivido con gran intensidad, participando en múltiples encuentros para poner en valor el inmenso trabajo de la Fundación y de todas las instituciones implicadas, y la ayuda leal y significativa de la Junta de Castilla y León en todo el recorrido de estos actos.
O la Vuelta Ciclista a España, que he seguido con auténtica devoción desde nuestra Catedral hasta Santiago de Compostela, guiado por el pulso de nuestros deportistas, grandes valedores de la marca Burgos y Castilla y León en el mundo.
Todo ello sin olvidar los importantes hitos deportivos conquistados esta temporada con los títulos internacionales alcanzados por el equipo de baloncesto, o el merecido ascenso a la segunda división conseguido por el club de fútbol de la ciudad.
Estos hitos son un ejemplo magnifico de cómo este año ha sido un año de transición, y lo comprobamos muy bien si repasamos los acontecimientos de Burgos y, sobre todo, el empuje, el tesón y el esfuerzo de los burgaleses.
Hombres y mujeres que han perseverado para que, pese a todo lo vivido, esta provincia, esta ciudad haya salido adelante con una gran fuerza. Una sociedad que no ha olvidado sus responsabilidades frente a una crisis que nos ha exigido a todos más de lo que pudiéramos imaginar, pero que no ha impedido que Burgos mire hacia delante sin perder las grandes oportunidades que han ayudado a cerrar un 2021 distinto pero memorable para Burgos.
Por ello termino este pequeño balance como lo comencé, afirmando que el año 2021 ha sido, sin duda, un año de transición para Castilla y León y para la provincia de Burgos, y desde la certeza de que lo mejor está por llegar, deseo que el 2022 sea el de la recuperación para todos.
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