Las diez noticias imprescindibles de Burgos este sábado 1 de febrero

Ni sé qué clase de hipoteca ni qué clase de contrato de electricidad tengo. Pago y ya está. Tampoco es que me parezca un mérito ni que me recree en la desidia como pose. Se nos llena la boca y el teclado con las leyes ... de educación. Que si no van a saber nada. Que si los de antes de la LOGSE vamos a parecer con las cuatro cosas que conocemos los vejetes sabios (y Gary Cooper) en 'Bola de fuego'.

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Ay, que los que mandan quieren ciudadanos incultos, bobos y dóciles. Vale. Pero se puede conocer la historia de España, la literatura o las leyes de la termodinámica y ser tonto. No saber hacer la o con un canuto y no ser tonto. Me refiero a la tontuna de la que ha hablado Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola. «Solamente los tontos que siguen con la tarifa regulada marcada por el Gobierno» pagan más de electricidad. Ha dicho que «el 80% de los españoles no paga el precio del pool (el mercado mayorista) y abona menos por el precio de la luz que en 2018 porque han bajado los impuestos». Estaba en una factoría a la que Iberdrola abastecerá con energía solar con una inversión de 500 millones de euros. Después de ver 'Alcarràs', quiero melocotoneros, no energía solar. Porque soy tonta. Que tampoco compro en MediaMarkt.

Uno puede elegir. Aunque a Sánchez Galán le parezca mal. El libre albedrío también vale para decidir pagar más por lo mismo. Incluso para pagar más por algo peor, que también pasa. Santiago Bernabéu no entendía cómo la gente era del Atlético de Madrid pudiendo ser del Real Madrid. «¿Por qué querer ser pobre pudiendo ser rico?», decía. Toda la razón.

Me identifico mucho con Edgar Alan Poe: «Tengo una gran fe en los tontos. Autoconfianza le llaman mis amigos».

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