Las diez noticias imprescindibles de Burgos este lunes 3 de febrero

TVE ha pedido disculpas por hablar en el TD1 de «trabajadoras del sexo». A mí me parecería bien llamarlas putas, prostitutas, meretrices, rameras, zorras, fulanas… Bueno, sólo putas o prostitutas, que no vamos a hacer columnismo de rejoneo. Pero no esa memez cursi de «trabajadoras ... del sexo». Lo mejor es la denominación correcta. TVE ha pedido disculpas por llamar «trabajadoras del sexo» a las «personas en situación de prostitución». Amárrame los pavos. O las pavas. La disculpa y la rectificación viene tras la queja presentada por la Asociación de periodistas feministas de Castilla y León.

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La razón de tan específica y mentecata expresión vendría por el hecho de que el 90% de las prostitutas lo serían por tráfico de seres humanos. Supongo que tampoco se podrá decir ya trata de blancas. En TVE tienen una editora de igualdad en los informativos y dice que el error ha estado provocado por la nota que difundió el Ministerio de Sanidad. Se trataba de informar de que la pastilla preventiva del VIH estaría financiada por la Sanidad Pública: «Está destinada a homosexuales, transexuales y trabajadoras del sexo», se dijo.

Esta es otra. En nuestra sociedad se está diluyendo la verdad (cada vez es más difícil distinguirla de la mentira) y la responsabilidad personal. En lugar de ponerte un condón (o dos), vas a que papá Estado te pague una pastilla. Que lo entiendo en casos de esa esclavitud sexual bien denunciada por las de la queja. O sea, en el caso de las prostitutas ahora llamadas como una consulta a los militantes de ERC si el cliente baboso no consiente en ponerse un preservativo. Pero, si no, responsabilízate de tu cuerpo, persona homosexual, transexual o lo que seas. Pero, claro, quién va a criticar el suministro de una píldora preventiva contra el VIH sin parecer miserable. Estoy en situación de exclusión social.

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