Las diez noticias imprescindibles de Burgos este miércoles 22 de enero

Pablo Iglesias no puede dejar de ser vedette ni en el homenaje a las víctimas en el Palacio Real. Llevó dos mascarillas. La negra del luto y la verdosa de la Sanidad Pública. Esa coreografía de sillas blancas de resina a lo Busby Berkeley en ... estático no era un funeral, ya lo sabíamos. Lo único litúrgico era la monarquía y el lugar. Unas jovencitas de 15 y 13 años marcan la diferencia con un par de ministros. Alberto Garzón e Irene Montero estaban juntos. Los dos con las piernas cruzadas. ¿Pero dónde se creían que estaban? Estos deben de ser de los que las cruzan también en los juzgados o aplauden en las iglesias si por alguna razón se han visto obligados a ir a una.

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Por la parte litúrgica y educada teníamos a la Princesa de Asturias y a la Infanta Sofía con las piernas juntas, pudiendo haber aguantado un duro entre las rodillas durante toda la ceremonia. Luego que si quién te ha elegido. Por lo menos te han educado para lo que no te han elegido. Que no hay que ir a 'La plenitud de la señorita Brodie', de Muriel Spark: «Quienquiera que haya abierto la ventana la ha abierto demasiado. Quince centímetros son perfectamente adecuados. Más es vulgar».

En un acto en el que se cita a Vetusta Morla, el Rey y su familia (esa familia) marcan la diferencia. Decía Maruja Torres que cuanta más gente conocía más le gustaban los Corleone. Cuantos más ministros conozco más me gustan los Borbones. En 'La estafa', Hugh Jackman interpreta a un superintendente de instituto que se lo llevaba crudo, pero a la vez conseguía que sus alumnos entraran en las mejores universidades. Vale que era corrupción, pero los alumnos se beneficiaban. Ojalá un mundo donde habláramos de qué alta está la Infanta Sofía.

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