La Audiencia Nacional ha dicho a Hazte Oír en una sentencia que «incumple el deber de promover el interés general». Supongo que lo de menos es si llevas en un autobús letreros de que los niños tienen pene; las niñas, vulva, y los caracoles, cuernos. ... Que como Frances McDormand en 'Tres letreros en las afueras', uno puede pagar sus moñadas mientras no sean ilegales. Otra cosa es que se haga con dinero público. «Es incompatible la realización de esas actividades con el otorgamiento de ayudas y subvenciones por parte de las diferentes Administraciones públicas a una asociación que identifica la promoción del interés general con su ideario». Según la AN, Hazte Oír va contra «el fomento de la tolerancia a la hora de afrontar la problemática que deriva de la identidad de género». Mamarrachadas gramaticales (y de género) contra mamarrachadas ultras.

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Ha faltado tiempo a los autobuseros: «Quienes disienten de la corrección política y de los dogmas ideológicos impuestos por la izquierda radical, ya saben lo que les espera a partir de ahora con este fallo». Pero no es lo mismo que eso venga del meapilismo de Hazte Oír que de Michael Onfray: «La izquierda tiende a hacer posibles todos los delirios».

Trump ha anunciado la suspensión de viajes desde Europa a EE UU por el coronavirus. Nunca ha estado suspendida la llegada de melonadas desde sus más prestigiosas universidades. Ahí está el chiflado de John Money inventándose el concepto de género. Titular que encabeza varias páginas en la revista francesa 'Causeur': «Nuestra pesadilla americana». Y en pequeño: «Racialismo, indigenismo, teoría de género». Money provenía de una hermandad cristiana y ultrapuritana. Los tontos (y los extremeños) se tocan.

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