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A lo largo de esta madrugada los astros se alinearán —nunca mejor dicho— para ofrecernos un espectáculo celeste poco habitual, debido a la coincidencia en el tiempo de dos fenómenos independientes: por un lado, se producirá la mayor Superluna de este 2021; por otro, un ... eclipse lunar total provocará que el satélite se vuelva de color rojizo. Por desgracia para los astrónomos aficionados españoles, la luna de sangre no será visible desde nuestro país. Sin embargo, y sin ser yo Sandro Rey ni Esperanza Gracia —dios nos guarde del intrusismo laboral—, estoy bastante segura de que su influjo prematuro sí que nos está alcanzando de lleno, porque últimamente están pasando un porrón de cosas raras.
La primera señal de que el universo entero se encuentra en un estado de alteración llegó hace un par de días, en forma de victoria en la liga para el Atleti. Los colchoneros lo tienen claro: si la culpa de esto es de la superluna, tendrán que ir encargando un spray carmesí. También hemos visto a La Toya Jackson descabezar a una menina, con más aspecto de muñeca Brazt que de aristócrata del Siglo de Oro, para revelar su identidad en Mask Singer. No sé si los astros habrán tenido algo que ver, pero el presupuesto seguro: se ha ido la primera porque, si llega a aguantar tres galas más, tendrían que vender la cadena para pagar su caché. Las mayores cotas de fantasía, sin embargo, han llegado de la mano de la histórica popular Celia Villalobos, quien acaba de anunciar —con un vídeo que se merece el Goya a mejor corto documental— la creación de su propio equipo de eSports. Hay dudas con respecto al nivel de los Screen Wolves jugando al Fortnite, pero en el Candy Crush seguro que dan la campanada.
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