El Gobierno 'pop-up'

Dure lo que dure, y lo mismo dura 20 años (imagínense que se turnen Pedro y Pablo como en la alcaldía de Cartagena), la coalición va a elaborar un Plan Nacional Contra la Corrupción. También tienen previsto aprobar una reforma de la Ley de Transparencia y Buen Gobierno y un reglamento. Y una Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal. Aquí ya nadie se va a llevar un duro público (a su bolsillo o al de otros). Les falta una Ley de Buenas Intenciones. Y un comisario que, a la manera de Arnold Schwarzenegger en 'Poli de guardería', diga eso de «aquí ya no se hace pipí». Un equivalente a «aquí ya no se roba». Pondremos más ministerios, vicepresidencias y altos cargos justo para utilizar mejor el dinero público que, como Calvo decía en su otra vida política, no es de nadie.

Estamos en un tiempo nuevo. Por eso ahora, en lugar de levantar alfombras, se mueven estanterías. El cuarto oculto aparecido tras un despacho de la Junta de Andalucía es tan excitante como una tumba en el Valle de los Reyes. Para los cambios de régimen, más que políticos, se necesitan arqueólogos. Es más, se necesita a Max Mallowan, el marido arqueólogo de Agatha Christie. Por lo de las estanterías corredizas. Aunque lo hallado (el cuarto alargado con un sillón, una mesa baja, una tele con vídeo y una ducha de hidromasaje) más bien parezca de una película de Abbott, Costello & Ozores.