Secciones
Servicios
Destacamos
Me da la impresión de que en España se habla de comunismo igual que las protagonistas de 'Superempollonas' convocan a Malala. Para cosas importantes, pero de adolescentes. Porque, atención, «no frivolicemos con la libertad, el comunismo es democracia e igualdad», según Yolanda Díaz, ministra del ... extraño prestigio y voz de ursulina. La nueva directora del SEPE, Carmen Sonia Martínez, milita en el PCE desde hace 30 años. «La gente desconoce lo que significa hoy el comunismo. Para mí está muy claro que comunismo es conciencia social. Me hace gracia que Isabel Díaz Ayuso plantee la campaña en Madrid como una elección entre comunismo y libertad, cuando nadie ha trabajado más que el PCE para que España tenga libertad», dice la hoz y la Martínez. Por sus partes, Luis García Montero recuerda «la deriva totalitaria del estalinismo, lo que fueron dictaduras gravísimas en los países del Este». Pero también que «la lucha por la democracia y el papel que jugó en la cultura democrática el PCE está unido a la democracia española». Vale. Aunque Carrillo hubiera paracuelleado, lo que hizo después de la muerte de Franco no fue comunismo, fue política. Política de supervivencia, de ingreso en el club y de ¿queréis ser mis amigos?
Hoy no es más que una anécdota que García Montero sea comunista y su hija, falangista. No estamos en los tiempos en los que Constancia de la Mora era comunista y su hermana, Marichu, falangista. Mientras promociona su última novela, Eduardo Mendoza dice que es de la generación que se creyó la fantasía comunista. Fantasía, ahora. Lo de Lenin, Stalin, Mao, Pol Pot o Castro no parece posible de emular para los que hoy se dicen comunistas. Como si se dicen sincebollistas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.