Hombre, claro que Errejón está a favor de los indultos. Para «encarrilar» el «conflicto político» en Cataluña. Es el que es y el que ha sido siempre. No va a hablar de la vida y nada más. Le alaban que hable de la vida cotidiana, ... del aburrimiento, de apagar el móvil, de la salud mental… Cuando perora sobre la salud mental tiene la enjundia del príncipe Harry, que lo hace con Oprah Winfrey en su programa en Apple TV 'The me you can't see'. A la vista de lo que lo vemos en la prensa, parece que han descubierto a Errejón, ese muchacho con cara fetal y jeta fatal que se la está colando a tantos. Hasta la 'facha' Ana Rosa ha sucumbido. Que es el de Podemos, el que no se atrevió a llamar a su nuevo partido Más España sino Más País, el del núcleo irradiador, el de los escraches en la universidad, el de las tres comidas diarias en Venezuela, el de que las colas allí se producen porque hay más dinero para consumir, el de la beca malagueña salerosa por la cara... Cielos, estoy echando de menos a Iglesias. Hasta prefiero escucha a Revilla antes que a esta vacuidad vestida de verde. Porque ahora, como José Feliciano, va por el camino verde, camino verde, que va a la ermita.

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Se podrá discutir por qué Sergio Ramos no va a la selección. Me parece más preocupante que Íñigo Errejón sea tan seleccionable por todos. Con tres escaños y chupando rueda de Mónica García. Hay quien dice que es el nuevo Rivera. Demonios. En todo caso, un mejunje entre Iglesias y Rivera. Pero yo lo veo más como Javier Cárdenas. Sólo que a este no le toleran las sandeces y pamplinas y a Errejón, sí. Un tío que se repantiga en la silla y llama al móvil «dispositivo neoliberal de control de nuestro tiempo sistemático».

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