Este año hemos sido muy buenos. Más que buenos, diría yo. Tan buenos que hemos estado cerca de atravesar la frontera de la estupidez. Hemos ido a votar todas las veces que nos lo habéis pedido. Hemos seguido reactivando la economía —en los mercados, en ... los bares y hasta en las librerías— en la medida exacta en que nuestra precariedad nos lo ha permitido. Hemos pagado todos los impuestos que nos tocaban, mientras otros bolsillos más acolchados seguían escurriendo el bulto por la vía legal. Incluso hemos tratado de coger más la bicicleta y menos el coche, y hasta nos hemos comprado un cubo grande de tres colores para reciclar mejor. Y nos hemos quejado muy poco, poquísimo, casi nada. Con lo poco que hemos protestado este año —teniendo en cuenta los recortes, los contratos basura, las pensiones miserables y los precios que no dejan de subir—, cualquier diría que nos va de miedo.
Publicidad
Hemos cumplido, estimados sabios de Oriente, nuestra parte del trato. Lo único que os pedimos, a cambio de tanta generosidad y de tanta abnegación, es una tregua. Ya sabemos que estos días tenéis mucho lío, pero poned un poco de vuestra parte, que los demás curramos once meses al año. También conocemos la cantinela de que hay muchos países en el mundo que os necesitan más que nosotros, y la de que hay que saber compartir. Bueno, vale. No seré yo la que os impida que les llevéis un presidente nuevo a los gringos, con la falta que les hace. Pero no os olvidéis de pasar por aquí: dejadnos, por lo menos, un par de bolsas de justicia social, un paquetito de consenso y unos kilos de educación. Yendo a lo concreto: tampoco nos vendrían mal un sistema sensato para los autónomos, un ministerio de transición ecológica fuerte o un pacto nacional contra las casas de apuestas. Y ya que venís, dejad también un par de sacos de carbón, que nunca se sabe.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.