Cómo nos gusta dar nombres a las cosas que ya existían. Como si con el nombre se crearan. El filtro burbuja no es nuevo, aunque Eli Pariser nos diera la turra con su libro del mismo título y los periódicos con la promoción del mismo. ... Vale que ahora hay un mundo nuevo con cachivaches nuevos (algoritmos en las páginas webs) que dejan a los usuarios fuera de puntos de vista ajenos. Se deja a la gente aislada intelectualmente en sus burbujas ideológicas, culturales o lo que sea. Pero siempre ha habido burbujas. Aunque hace años sólo pensáramos en la de John Travolta en la película.

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Y no hablo de élites. Yo me acabo de enterar de la existencia de una burbuja. Compruebo con pasmo, tras el lío de 'Lo que el viento se llevó', la cantidad de gente de mi entorno, aunque más joven, que no ha visto 'Lo que el viento se llevó'. Personas que saben de cine, de televisión, que a lo mejor se dedican a ello… Bueno, algo así. Vamos por ahí, tan tranquilos, pensando que la gente con la que nos relacionamos es de la misma especie y zas, si gritas «¡Bonnie, Bonnie!» no sabe de qué demonios estás hablando.

Que no se trata de haber leído a Bertrand Russell. O de poder disertar de cómo Matilde de Inglaterra, Leonor de Aquitania y Margarita de Anjou lucharon por el poder en el medievo frente a un mundo de hombres. Ni de discutir qué performance de Marina Abramovic es mejor (o más mamarracha). Se trata de cultura popular, de haber visto 'Lo que el viento se llevó'. Claro, como no la han puesto en la tele nunca. Siempre tiene razón la más que burbujosa Emily Dickinson: «Vivimos como suizos, / tan tranquilos, tan fríos. / Y una tarde sin par / los Alpes desatienden sus cortinas / y miramos más lejos».

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