La bolsa escrotal

Lo peor es predicar. Nada contra enchufar en la empresa privada a quien vale o vale lo mismo que uno al que no conoces. En política está feo. La información de Javier Chicote en ABC sobre el asunto es de las que descuelgan la mandíbula, aunque estemos acostumbrándonos a tanta desfachatez. Por colocar gente o por cualquier otra ocurrencia de la pandilla gobernante (Pablo Iglesias que ya no es perjudicado, y Dina Bousselham, que es víctima, comparten abogada en el caso que lleva García Castellón, que no da crédito). Ni el amiguismo ni el enchufismo los ha inventado este Gobierno pero, demonios, en tiempos de tener que aumentar los impuestos porque no hay dinero, ha creado 24 direcciones más a dedo. Dirán que están creando empleo.

Otra cosa para añadir al discurso de Cayetana que denunciaba los desmanes y el mecanismo de la crispación. «Los acusamos, nos acusan de crispar». Mi primera colonia, crispas.