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La comisiones de investigación en el Congreso o el Senado son artefactos inútiles para el ciudadano pero bien remunerados para los colocados. Han montado una comisión especial para la «reconstrucción social y económica» tras el desastre coronavírico. Patxi López es el presidente. Pero el vicepresidente ... primero, Enrique Santiago, le ha quitado foco. Quizá por ser algo tan extravagante como secretario general del PCE. O por haber sido representante de las FARC en La Habana (y lograr que se aceptara que el narcotráfico no es un crimen sino una forma de financiación de la lucha política). López tiene un currículo menos lustroso, pero algún momento cumbre. Al llegar a lehendakari le entrevistaron en la Ser. El conductor le dijo: «Es obligado hablar de su antecesor en el cargo [Ibarretxe]. ¿Usted conoce el principio de Arquímedes?». Respuesta: «Depende de cuál de ellos?».
Para los carguitos de la comisión Marshall esta, el PSOE vetó a Vox. Porque, claro, la extrema izquierda sí, pero la extrema derecha, no. Porque su superioridad moral (sinónimo de sus brown eggs) lo dice. Un día, en una comisión de investigación, Rufián pidió respeto a Aznar (o a Quevedo, el presidente, para que Aznar lo respetara). Y eso que el joven le había soltado: «Usted no tiene vergüenza». Y que la boda de su hija parecía un cártel. Hombre, aquí lo que diga el secretario general del PCE. Hasta citó entre los indeseables invitados a Alejandro Agag. «Es bastante lógico que mi yerno vaya a la boda», respondió Aznar. Hemos visto en esas comisiones a chulazos como Aznar o Bárcenas y a sansirolés como Rufián. Patxi López, qué optimismo, ha pedido «superar las rencillas partidarias». ¿Ese qué principio de Arquímedes es?
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