Yolanda Díaz planta a Feijóo en su ronda de contactos para la investidura

Tras el primer encuentro con el líder socialista que duró menos de una hora y que solo sirvió para corroborar el abismo que distancia a PP y PSOE, Feijóo mostró su disposición a conversar también cara a cara con los líderes de Vox y Sumar en su calidad de tercera y cuarta fuerza política tras las elecciones del pasado 23 de julio.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha aceptado la reunión con Feijóo después de que ambos firmaran una paz pública tras la polémica por la constitución de la Mesa del Congreso, en la que los populares negaron un asiento a la formación de la derecha radical. Justo ayer, el Presidente en funciones de la Región de Murcia, el popular Fernando López Miras; aceptó incluir a consejeros de Vox en su Gobierno tras más de dos meses de tiras y aflojas.

Con quien seguro no se reunirá el candidato a la investidura es con Díaz. En una carta dirigida al líder de los populares, la vicepresidenta en funciones señala «que la investidura está condenada al fracaso y que el único gobierno posible es una coalición del PSOE y Sumar que avance en la agenda social y territorial». Los de Yolanda Díaz exigen además al candidato popular que, como paso previo a una reunión, su partido retire los recursos de inconstitucionalidad contra la reforma laboral o la ley trans. «Si Feijóo tiene voluntad de llegar a acuerdos, debe empezar por respetar los importantísimos pactos sociales vigentes», concluye Sumar.

Cada uno de los puntos que figuran en la carta se pueden resumir como un portazo a la estrategia del candidato designado por Felipe VI para la investidura.

La secretaria general del Partido Popular, Cuca Gamarra, calificó el portazo de Díaz como «un ejercicio poco democrático por quien se dice máxima representante de Sumar». La número dos de Feijóo consideró que responde a un «veto interno» dentro del «conglomerado» de partidos que conforman la coalición porque «a Yolanda Díaz le gusta más un momento de gloria que renunciar a él».

Los populares han ofrecido reunirse con todos los partidos políticos con la única excepción de EH Bildu. Esta mano tendida para sentarse a conversar en torno a una mesa incluye a Junts, la formación del expresident catalán Carles Puigdemont y prófugo de la justicia española. De plasmarse, sería una foto de lo más incómoda para un PP que se sentaría a la mesa junto al independentismo más radical y al que sus potenciales socios de Vox en el Congreso se han comprometido a ilegalizar como fuerza política.