Trapero admite la «mala relación» con Pérez de los Cobos y saca a los Mossos del apoyo del 1-O

La letrada ha admitido la «mala relación» entre Trapero y Pérez de los Cobos, protagonista hace dos semanas por su cese como jefe de la Comandancia de Madrid a raíz del informe de la causa archivada del 8-M. Tubau ha descalificado su labor como coordinador del 1-O pues el «fallo» en la actuación de ese día no solo fue de los Mossos, sino también de Policía Nacional y Guardia Civil, como demuestran las causas abiertas en juzgados ordinarios por el excesivo uso de la fuerza.

En su segundo día de exposición del informe de conclusiones de la defensa, la abogada ha detallado que las reuniones previas al 1-O se celebraron en un «clima de absoluta normalidad y cordialidad» y que la testifical del coronel en el juicio no obedece a la realidad. «Nadie hizo ningún reproche» ante el hecho de que Trapero delegara en el comisario Ferrán López su presencia en las reuniones de preparación, a finales de septiembre de 2017.

Ha subrayado que el mayor entonó en el juicio su 'mea culpa' por esta reacción, pero ha apuntado que «no tener hábiles dotes de diplomacia no significa una conducta delictiva», y ha recordado que Pérez de los Cobos no puso impedimentos al envío de binomios de los Mossos a cada centro de votación.

Contraponiendo uno y otro testimonio, la letrada ha concluido que «o bien el coronel conocía el dispositivo de Mossos, le parecía correcto y a pesar de poder tener alguna reticencia no dijo nada; o bien no conocía nada», algo que ve «absolutamnte imposible con la función de coordinación». «Si se hubieran levantado actas de las reuniones de coordinación, no estaríamos aquí», ha llegado a afirmar para defender la inocencia de su cliente.

La abogada ha censurado que el coronel de la Guardia Civil haya hablado de «engaño torticero» y de «estafa» el dispositivo de los Mossos y que, en base a su declaración, la Fiscalía acuse a Trapero de un delito de sedición y pida una condena de 10 años de cárcel, o en su defecto 60.000 euros de multa por desobediencia.

Para la defensa es bastante sorprendete que la Fiscalía no haya citado a declarar en este juicio para defender su tesis a otros mandos que también estuvieron en esas reuniones, como los exjefes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional en Cataluña, Ángel Gozalo y Sebastián Trapote, respectivamente.

De igual modo, ha cuestionado la labor de Pérez de los Cobos durante la jornada del 1-O, cuando declinó la oferta del comisario López de seguir el desarrollo de los acontecimientos desde el centro de coordinación central y los centros regionales previstos por los Mossos, lugares desde donde «habría visto las órdenes» que se iban dando y las solicitudes que iban haciendo las patrullas de la policía autonómica.

«¿Alguien puede creer que si Trapero o los mandos de los Mossos estaban dando órdenes clandestinas diferentes al mandato judicial a un cuerpo formado por 17.000 agentes, nadie va a alzar la voz?», ha cuestionado Tubau. Mi cliente no tuvo «ninguna voluntad de desobedecer» y se ha demostrado que antes del 1-O que cumplirían con las órdenes judiciales. «Si alguien de Cataluña creyó que los Mossos apoyarían el referéndum y el 'procés' es que estaba tomando sus deseos por realidades», ha concluido.

El tribunal prevé dejar este miércoles visto para sentencia el juicio, en el que la Fiscalía pide 10 años de prisión por sedición para Trapero y la alternativa de 60.000 euros de multa e inhabilitación por desobediencia. Para el resto de acusados, el secretario general de Interior César Puig y el exdirector de los Mossos, Pere Soler, reclaman también 10 años de prisión por sedición y a la intendente Teresa Laplana, cuatro años de cárcel.