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El presidente de Cataluña, Quim Torra. Efe / Vídeo: EP

Torra recupera su plan de acabar la legislatura con un nuevo referéndum unilateral

Esquerra insiste en reclamar elecciones anticipadas al presidente de la Generalitat antes de que llegue su inhabilitación

Cristian Reino

Barcelona

Miércoles, 17 de junio 2020, 11:08

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, recuperó este miércoles el plan que propuso al independentismo en octubre de 2019, como respuesta a la sentencia del Supremo contra los líderes del 'procés': acabar la legislatura celebrando un nuevo referéndum unilateral, como el del 1- ... O. Entonces, Torra se quedó solo en la defensa de una nueva consulta soberanista, como la de 2017, por la que fueron condenados a penas de cárcel nueve de los principales dirigentes secesionistas. No le apoyaron ni Esquerra Republicana ni sus correligionarios de JxCat. Aun así, meses después, ha rescatado la idea, que permanecía guardada en un cajón.

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Ejercer la autodeterminación, lo que durante meses se ha entendido por los líderes soberanistas como 'lo volveremos a hacer', parafraseando a lo que dijo Jordi Cuixart durante su alegato final en el juicio, fue la propuesta que Torra puso este miércoles sobre la mesa en la Cámara catalana como respuesta a su posible inhabilitación por parte del Tribunal Supremo, tras la vista prevista el 17 de septiembre.

ERC, en cambio, no está ahora para proyectos unilaterales e insisten en reclamar elecciones anticipadas al presidente de la Generalitat. Los republicanos quieren pactar con JxCat un calendario electoral, pero los postconvergentes se resisten, desde la premisa de que quien tiene la potestad de activar el botón electoral lo hará cuando le más le convenga a su partido.

Y JxCat está a día de hoy bastante verde, sin candidato, con una guerra interna entre el PDeCat y la Crida -entre la antigua Convergència y Carles Puigdemont- que nadie logra taponar y sin que las encuestas sean favorables. «No seré candidato, así que no tengo ningún interés personal en las elecciones», afirmó Torra en la sesión de control al Govern en la Cámara catalana. «Pongo el país por delante de todo y ahora hay que salir de la crisis sanitaria. Cuando tengamos encarrilado esto -aseveró-, no dude de que llamaremos a los catalanes a las urnas».

 ERC puede tocar a la puerta del Palau de la Generalitat todas las veces que quiera pero Torra ya se lo ha dejado claro. «Ofrecí un acuerdo para ejercer el derecho a la autodeterminación», «yo sigo aquí», expresó el presidente de la Generalita, cuestionando la autenticidad independentista de sus socios republicanos. «Mantengo la propuesta -insistió-. El camino a la independencia es una línea recta, no es táctica, es estratégica».

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Recuperando la idea de un nuevo 1-O, Torra anticipó que es partidario de la línea dura tras la sentencia del Supremo. Él mismo trasladó en una reunión de gobierno que estaba dispuesto a encastillarse en el Palau de la Generalitat y desobedecer la inhabilitación del Alto Tribunal. Como con la propuesta de un nuevo 1-O, se quedó solo. Torra puede convertirse en el primer presidente catalán inhabilitado en el ejercicio de su cargo. Si es así, deberá decidir si convoca elecciones (en el intervalo entre que se hace pública la sentencia y se da la orden de su ejecución), si provoca una crisis de gobierno nombrando a un vicepresidente de JxCat para que coja el timón durante un breve periodo interino o trata de pactar con ERC la investidura de un sustituto. Está la cuarta carta, la desobediencia, por la que se inclinó ayer y que no busca más que desgastar a su socio de Gobierno, que tiene aparcado la vía unilateral y aboga por mantener la colaboración y los puentes con el Ejecutivo de Pedro Sánchez, siempre y cuando siga viva la mesa de diálogo entre Madrid y Cataluña.

Más división

La guerra entre JxCat y ERC sale -como poco- a pelea diaria. No solo están divididos y enfrentados sino que tienen estrategias diametralmente contrarias y la unidad solo la practican como arma para desgastar al adversario. Quim Torra y Sergi Sabrià se engancharon en el Parlament con apelaciones mutuas a la unidad, pero insinuando que es el otro quién la está quebrando. El jefe del Ejecutivo catalán lanzó además un aviso de cara a la votación de la semana que viene en el Congreso sobre el suplicatorio de Laura Borràs, que se presenta como el siguiente gran choque entre los independentistas si ERC se desmarca.

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