Susana Díaz pide perdón por el «bochorno» de los ERE, pero rechaza dimitir

Díaz escogió un programa nacional emitido desde Madrid para volver a decir que ya pidió perdón, pero que lo volverá a hacer «las veces que haga falta» porque «como andaluza y socialista» le duele que algunos «se aprovecharan» de lo público bajo el mandato socialista. «¿Que esto es bochornoso?, ¿que es lamentable? sí lo es, y por eso pedimos perdón en su momento y lo volveremos a hacer», dijo, repitiendo por doquier que el PSOE no aparece «ni una sola vez» en los 1.821 folios de la sentencia, rechazando además que al repartirse fondos públicos se generase una red clientelar y, de alguna manera, el partido concurriera dopado a las elecciones.

«El dinero no está en Suiza o Panamá», dijo en alusión a la Gürtel, «sino en manos de 7.000 trabajadores, gente honrada» que sigue cobrando hoy día su prejubilación sin que nadie, siquiera del gobierno actual, se la haya reclamado. Eso sí, concedió que hubo 214 «intrusos», gente a la que «no le correspondía o que se aprovecharon de esa ligereza, y eso es lo que hay que tratar de recuperar». Por eso, tras justificar este tiempo callada en poder leerse la sentencia y responder con rigor, lamentó que el PP la haya atizado asegurando que bajo su mandato la Junta se retiró de la causa cuyo fallo se conoció el martes, una forma dijeron de encubrirlo. Por el contrario, explicó que fueron los servicios jurídicos de la Junta quienes le aconsejaron actuar de esa manera y personarse mejor en las distintas causas separadas -una por cada ayuda concedida bajo el procedimiento prevaricador- a fin de mejorar las opciones de recuperar el dinero.

En cualquier caso, y aunque también le duela la situación personal de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, éste último condenado a seis años de cárcel, quiso dejar claro que todo aquello corresponde a una etapa cerrada hace años. Resaltó que todos ellos asumieron ya su responsabilidad política y se apartaron de la vida pública. «Ninguno de los que está en esa sentencia forma parte ya del PSOE». Tanto, que cuando ella asumió el poder en 201 ya no estaban en la Junta ninguno de los 19 ex altos cargos, y que bajo su mandato ningún consejero ha sido imputado. «¿Supone la sentencia un fin de ciclo para el PSOE?», le preguntaron. Díaz no se dio por aludida. «Ya lo fue, cuando Griñán dimitió como presidente».

Así, no solo ha marcado distancias, sino que presumió de haber sido quien puso las barreras para que se repitiera el descontrol. «Cuando uno llega a política aprende que no se puede enriquecer de lo público y que, además, no basta con eso, sino que hay que poner los controles para que no vuelva a ocurrir», aseveró, resaltando que esas barreras ya se pusieron. «Y tengo la tranquilidad de que eso no se repetirá».

En su intervención, Díaz lamentó que se diga que la justicia retrasó la sentencia para favorecerles en las pasadas generales, recordando que «llevamos diez años, y muchos procesos electorales, con los ERE encima de la mesa». O que algunas decisiones judiciales de calado coincidieron con hitos importantes de la vida política, incluida la toma de posesión de su gobierno el mismo día de la imputación de Chaves y Griñán. «Pero la gente sabe distinguir», defendió, aludiendo a que no hay rastro de financiación ilegal de los socialistas.

En este sentido, Díaz ha asegurado que descarta dimitir, como le piden los partidos en Andalucía. «Hay mucha gente que quiere perderme de vista, sobre todo los que no pueden ganarme en las urnas», dijo lanzando balones fuera acerca de los movimientos por descabalgarla que se producen en el seno de su propia formación. La líder del PSOE andaluz afirmó que tiene contacto permanente con Sánchez, porque tras «momentos difíciles entendieron» que lo que estaba en juego era algo más grande que ellos: «España, Andalucía y el PSOE». «Ahora remamos en la misma dirección», enfatizó, explicando que, aunque «se han escrito muchos epitafios sobre mí», tiene las «ganas, ilusión y las garras» para seguir aspirando a liderar la federación andaluza y competir por la Presidencia de la Junta. «Voy a aguantar tirones de este tipo y cuando llegue el momento, decidirán los militantes», subrayó.