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Cristian Reino
Barcelona
Miércoles, 24 de junio 2020, 16:27
El Congreso dará este jueves el visto bueno a que el Tribunal Supremo investigue a la diputada de JxCat, Laura Borràs, que está acusada de haber fraccionado un contrato público durante su etapa como directora de la Institución de la Letras Catalanas para poder adjudicárselo ... a dedo a un amigo. Por su condición de aforada, el Congreso necesita la autorización del Parlamento española para seguir con la causa penal y sentar en el banquillo a la diputada nacionalista, que se enfrenta a 15 años de prisión por prevaricación, fraude a la administración, malversación de caudales públicos y falsedad documental.
Desde hace días se da por hecho que la mayoría de los partidos votará a favor de que pierda el aforamiento para ser juzgada. Pero faltaba por saber qué harán los otros grupos independentistas catalanes. Como en el trámite anterior del suplicatorio, ERC y la CUP no participarán hoy en la votación, salvo sorpresa de última hora. Por tanto, ni republicanos ni anticapitalistas cerrarán filas con la diputada neoconvergente y no le darán ni siquiera un apoyo moral, pues sus votos en este caso son irrelevantes para el resultado final. Republicanos y antisistema han negociado con JxCat para pactar una posición común. Buscaban una fórmula para no avalar la autoridad del Supremo y al mismo tiempo que nadie pudiera acusarles de intentar obstaculizar una investigación de presunta corrupción. ERC, cuando quiere atacar a los postconvergentes, siempre les recuerda el 3%, Pujol y el Palau.
JxCat lleva semanas presionando a Esquerra y la CUP advirtiéndoles de que todo lo que no sea votar en contra supone blanquear la represión que a su juicio ejerce el Tribunal Supremo contra el independentismo. Desde la formación de Puigdemont y Torra, se ha apelado además a la unidad del secesionismo. Esta unidad ya hace tiempo que saltó por los aires y solo se mantiene de manera formal mientras dure el Govern catalán. ERC aprieta a Quim Torra para que se siente a negociar un calendario electoral, pero el presidente de la Generalitat se resiste, al menos hasta que se celebre la vista por su posible inhabilitación. Ahora habrá que ver qué consecuencias tiene el desmarque de ERC y la CUP, toda vez que desde JxCat han avisado de que no apoyar a la diputada nacionalista sería interpretado como un 'casus belli'.
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