Beatriz Hernández
Domingo, 19 de febrero 2023, 20:02
La localidad valenciana de Alaquàs vivió este domingo tres largas horas de tensión en las que la incertidumbre se apoderó de todo el vecindario, que esperaba expectante en las inmediaciones de la calle Federico García Lorca. Cerca de las 13:00 horas llegaba el primer ... aviso de que se estaba produciendo una disputa familiar en la que podrían haber involucradas armas de fuego. Más tarde se confirmaban las sospechas. Después de atrincherarse dentro de una habitación durante varias horas, un hombre se quitó la vida de un disparo en el pecho.
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El fallecido sabía cómo accionar el arma para no fallar. Como confirman fuentes policiales, era tirador olímpico y tenía en su poder un par de armas cortas. Según las primeras informaciones, accionó solo una vez el gatillo. Para cuando los efectivos de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES) de la Policía Nacional pudieron entrar en la estancia, el varón ya había muerto. Hasta el domicilio también se desplazaron con urgencia otros agentes del mismo cuerpo y también de la Policía Local, antes de solicitar la presencia de efectivos sanitarios y de los propios GOES.
Los primeros en llegar fueron los agentes locales, que en una rápida actuación conseguieron sacar del domicilio a la mujer y a los dos hijos del fallecido, que no presentaban daños físicos. No obstante, después les atendió un dispositivo sanitario del SAMU para recibir asistencia psicológica tras sufridr un trauma de ese calibre.
El tiempo transcurría a paso aletargado. Pero eso no fue un impedimento para los vecinos, que esperaron en el lugar hasta que se confirmó el fallecimiento del hombre, apelotonados detrás de la zona acordonada. Primero una negociadora subió a la vivienda, pero poco tiempo después la abandonaba. Eran las 16:00 horas y en la vivienda se personaron los efectivos de los GOES, lo que ya dejaba entrever que no había sido posible llegar a ninguna negociación.
Todavía no se conocía en qué estado se encontraba el individuo que se había atrincherado en una habitación después de discutir con su mujer e hijos. Un cuarto de hora más tarde, los policías pedían a gritos que acudiera un médico. Pero los sanitarios también salían de aquella casa del horror poco tiempo después.
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Después de casi tres horas de tensión llegaba la Policía Científica y se confirmaban las peores sospechas: el varón había muerto. Fue el alcalde de Alaquàs, Toni Saura, quien dio la noticia oficialmente y no abandonó el lugar en ningún momento. «Sabemos que es un hecho aislado porque el fallecido no tenía antecedentes policiales y pensamos que ha sido una cosa puntual. Hay muchas personas a las que la pandemia les ha afectado mucho a nivel mental», apuntó ante los medios.
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