El socialista Ángel Hernández dimite como procurador y abandona el PSOE

«Renuncio a mi acta de procurador en las Cortes de Castilla y León y, con ello, a la Secretaría General del Grupo parlamentario socialista. Renuncio asimismo a mi vocalía en la Comisión Ejecutiva Autonómica del PSOE de Castilla y León», anunciaba Ángel Hernández en un comunicado a las dos de la tarde. «Quiero trasladar que he solicitado también mi baja como afiliado del PSOE», concluía.

Hernández evitó pronunciarse en detalle sobre los hechos sucedidos el lunes por la noche, cuando fue detenido por la Policía Nacional. «Agradezco el respeto de quienes tratan lo acontecido como algo limitado al ámbito estrictamente privado, que ha derivado en una causa judicial abierta para la que, igualmente, pido respeto», fue su lacónico mensaje al respecto.

Sobre su dimisión de todos los cargos públicos y orgánicos, comenzaba su comunicado expresando que «siempre» ha tratado de «actuar con ejemplaridad» en su vida «pública y privada», asumiendo la responsabilidad de los cargos ostentados y de las instituciones a las que representaba. «Están siendo unos días muy complicados en lo personal y para evitar hacer daño al PSOE y al proyecto que desarrolla por y para esta tierra quiero anunciar mi dimisión irrevocable de todos los cargos», continuaba. Añadía que esta dimisión se ha producido «de manera inmediata» en cuanto le ha sido posible, «tras haber sido puesto en libertad».

Una puesta en libertad con cargos que incluye la prohibición de acercarse a menos de 300 metros de su pareja y comunicarse con ella «por cualquier medio». El Juzgado ha incoado las diligencias «por los delitos de amenazas, acoso, coacciones y maltrato en el ámbito de la violencia sobre la mujer», así como por «atentado o resistencia a agentes de la autoridad». Al perder la condición de procurador también deja de ser aforado, cuestión que estaba estudiando el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Soria por si el caso debía ser derivado a la Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

El viernes llegará la primera fase de los cambios en el PSOE autonómico. Será solo en lo que atañe a la estructura orgánica del partido, dado que además de Hernández causa baja, por ejemplo, la ministra Ana Redondo, que era vocal. A partir de ahí se abre el calendario para certificar los cambios de mayor calado, los que se iban a producir en el grupo parlamentario. Modificaciones que, según fuentes del PSOE, ya estaban cerrados y que ahora tienen que añadir una nueva variable. La más evidente es que Judit Villar, que fue la número 2 en la papeleta de Soria en las elecciones autonómicas del 13-F de 2022, sustituirá a Ángel Hernández en el hemiciclo. Villar ya fue procuradora en 2015 y llevaba asuntos educativos. Pero es que Hernández ejercía como viceportavoz y secretario general del grupo parlamentario, lo que obliga a mover algunas piezas más.

Ahora mismo, tras Luis Tudanca, número 1 del PSOE en las Cortes, se sitúa Ana Sánchez, que forma parte de la Mesa de las Cortes como vicepresidenta segunda. A ella se añade Diego Moreno como secretario primero en la Mesa. Patricia Gómez Urbán, Ángel Hernández, José Luis Vázquez, Consolación Pablos y Nuria Rubio actuaban como portavoces adjuntos. Pero de todos ellos Ángel Hernández era considerado el número 3 tras ocupar la Secretaría General del Grupo.

La idea de Luis Tudanca y Ana Sánchez era la de reforzar algunas áreas en las que el PSOE quiere plantear batalla política a PP y Vox. Esa recomposición tiene ahora que matizarse para ver cómo encaja el relevo de Ángel Hernández en el organigrama. El grupo parlamentario trabaja como si mañana pudiera haber elecciones autonómicas y el candidato fuera a ser, de nuevo, Luis Tudanca, aunque son conscientes de que cualquier decisión pasa solo por las manos de Alfonso Fernández Mañueco, que puede manejar los tiempos a su antojo y observar con calma los resultados de las elecciones gallegas, vascas y europeas. Más después de que hoy el Pleno de las Cortes aprobara el techo de gasto, paso previo al visto bueno a los presupuestos de la comunidad.