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R. C.
Miércoles, 16 de febrero 2022, 13:31
2021 empezó de forma trágica en el Guadiana con la muerte de tres trabajadores que sacaban camalote del río en Badajoz y acabó igual con el hallazgo del cuerpo del joven Pablo Sierra tras varios días de búsqueda. Desde entonces, han sido al menos siete ... los cuerpos encontrados sin vida en las aguas del río a su paso por Extremadura. Los dos últimos, con apenas dos semanas de diferencia, en el inicio de este nuevo. Son al menos siete víctimas mortales pero quizás el número pudiera ser mayor al no haber trascendido alguna muerte más por suicidio y otras causas desconocidas.
Durante 2021, el caso de Pablo Sierra fue noticia en todo el país: un joven estudiante de 21 años perdió la vida de forma accidental la noche del 2 de diciembre, cuando desapareció. Se le perdió la pista tras salir de un pub de Arco Agüero (en el Casco Antiguo de Badajoz) y su cuerpo fue encontrado en el río Guadiana tras dos semanas desaparecido.
El pasado mes de enero sacaron del cauce del Gudiana el cadáver del hombre de 37. Estaba desnudo y no presentaba evidentes signos de violencia. El cuerpo se encontraba a escasos metros del puente de la Autonomía, en la margen izquierda, y los primeros indicios apuntan a que el hombre se introdujo en el agua para extraer una caja con monedas que podría proceder de una máquina tragaperras.
El pasado lunes operarios de la Confederación Hidrográfica del Guadiana localizaron un cuerpo sin vida cerca del puente Real. Los bomberos de Badajoz se han ocupado de rescatar el cadáver que han sacado del agua una hora después de localizarlo. El cuerpo encontrado llevaba unas dos semanas en el agua.
Los expertos advierten que el Guadiana es engañoso porque, aunque hay zonas de poca profundidad, hay rápidos, zonas de corriente muy veloz, y además hay maleza bajo el agua que puede enganchar a los nadadores e impedir que vuelvan a la superficie.
En los últimos años, otras once personas han fallecido ahogadas en el Guadiana a su paso por Badajoz, en la mayor parte de los casos por imprudencias de las propias víctimas. Desde 2006 hasta 2013 hubo varios incidentes. Un hombre murió en el Pico del Guadiana al tratar de salvar a unos perros y otro en la charca de los Pollos tras tirarse desde un árbol al agua. A estos se suman otro ahogamiento junto al puente de Palmas en 2009 y uno más en la zona de las Crispitas dos años después, en 2011.
Posteriormente se dieron las tres muerte en 2013 y el ahogamiento de 2017. Las últimas víctimas para sumar las once fueron en el pasado mes de enero. En ese caso no tuvo nada que ver con baños en el río. Fallecieron tres trabajadores que iban en una balsa para vigilar el camalote que invade el río. Aún se desconocen las causas de este siniestro que continúa en investigación judicial y con un expediente informativo abierto por la Confederación Hidrográfica.
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