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El año llega a su fin y el Gobierno no parece tener intención de convocar el debate sobre el estado de la nación por sexto año consecutivo. El último se remonta a 2015, con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno y Pedro Sánchez en el papel de líder de la oposición.
Hasta entonces, tan solo no se había celebrado en 1986, 1990, 1993, 1996, 2000, 2004, 2008 y 2012 porque esos años se convocaron elecciones generales. Era la gran cita parlamentaria del año aunque su formato no se recoge en el reglamento del Congreso y depende en exclusiva de la voluntad del presidente del Gobierno. Desde que Felipe González lo convocase por primera vez en 1983, no hubo excepciones salvo en los años con elecciones generales porque se entendía que el debate de investidura lo suplía.
Sin embargo, los motivos esgrimidos en los últimos años para no llevar a la práctica este clásico nada tienen que ver con las urnas. En 2017, el desafío independentista y la declaración unilateral de independencia por parte del Govern de la Generalitat de Cataluña aconsejaron a Mariano Rajoy no convocarlo; en 2018, la razón esgrimida fue la moción de censura, que desalojó al líder del PP de la Moncloa. En 2019, ya con Pedro Sánchez en la presidencia del Gobierno, se volvieron a convocar elecciones por partida doble; y el pasado año, estalló la pandemia por coronavirus que paralizó la vida parlamentaria con la excepción de los asuntos referidos a la crisis sanitaria.
Esta sería la decimocuarta vez que no se celebra desde 1983
Elecciones
Generales
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Declaración
ilegal de
independencia
de Cataluña
2013
2015
Moción de
censura a
Mariano Rajoy
2016
2017
2018
Sin motivo
2019
2020
2021
Pandemia
coronavirus
FUENTE: Elaboración propia
s. i. belled
Esta sería la decimocuarta vez que no se celebra desde 1983
Elecciones
Generales
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Declaración
ilegal de
independencia
de Cataluña
2013
2015
Moción de
censura a
Mariano Rajoy
2016
2017
2018
Sin motivo
2019
2020
2021
Pandemia
coronavirus
FUENTE: Elaboración propia
s. i. belled
Esta sería la decimocuarta vez que no se celebra desde 1983
Elecciones
Generales
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
Declaración
ilegal de
independencia
de Cataluña
2010
2011
2012
2013
2014
2015
Sin motivo
2016
2017
2018
2019
2020
2021
Moción de
censura a
Mariano Rajoy
Pandemia
coronavirus
FUENTE: Elaboración propia
s. i. belled
Este año, el Gobierno podría haber rescatado al debate del ostracismo, pero Sánchez no lo ha creído conveniente. La Moncloa no ha dado una razón convincente, pero todo apunta a que el presidente del Gobierno no quiere someter a más test de estrés de los imprescindibles a su compleja mayoría parlamentaria ni quiere brindar a Pablo Casado la oportunidad de que se le visibilice como la alternativa en un momento en que las encuestas electorales sonríen al jefe de la oposición.
El argumento oficial es que Sánchez rindió cuentas cada quince días en el Congreso en los peores momentos de la pandemia por coronavirus y que ha comparecido en más ocasiones ante el pleno del Congreso que todos los presidentes anteriores. Si Sánchez no cambia de opinión, y no parece que vaya a hacerlo, será el único presidente del Gobierno que desde hace 38 años no convoca sin razones electorales o de fuerza mayor el debate sobre el estado de la nación. Hasta 2015, se han convocado 23 debates. Felipe González (1982-1996) lo hizo en nueve ocasiones; José María Aznar (1996-2004), en seis; José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011), cinco; y Mariano Rajoy (2011-2017), tres.
Ciudadanos presentó la semana pasada en el Congreso una iniciativa para convertir este debate en una cita anual obligatoria, y que ningún presidente pueda saltárselo, pero tiene muy pocos visos de prosperar. El PP, pesar de que con los Gobiernos de Rajoy no lo convocó en 2017 o 2018, también reclama un día sí y otro también su celebración. El partido opositor considera que Pablo Casado tiene mucho que ganar y poco que perder en ese duelo parlamentario.
El escenario político desde la última vez que se celebró, el 24 y 25 de febrero de 2015, distaba tanto del actual que ni siquiera Unidas Podemos y Ciudadanos tenían presencia en el Congreso. Sus líderes de entonces, Pablo Iglesias y Albert Rivera, ambos ya retirados de la política, no tuvieron la oportunidad de medirse con el presidente del Gobierno en el formato del debate sobre el estado de la nación. Vox, hoy el tercer grupo parlamentario, no contaba con un solo escaño. Los independentistas tampoco jugaban un papel tan principal como el que desempeñan ahora.
Los debates realizados desde 1983 han dado un repaso a la situación política general del momento. La OTAN y la corrupción, por ejemplo, protagonizaron los primeros debates con González como presidente, sumando al de 1995 el debate sobre los GAL. Con Aznar en la Moncloa, la guerra de Irak y el terrorismo –incluyendo el proceso de negociación con ETA– se adueñaron de la mayoría de los debates; mientras que la crisis económica destacó por encima del resto de asuntos tratados en los que protagonizó José Luis Rodríguez Zapatero. En los tres debates celebrados con Rajoy al frente del Gobierno, la corrupción en el PP fue el eje sobre el que giró la discusión. La trama Gürtel, que hoy acumula 69 condenados, estalló en 2009, dos años antes de su llegada al poder.
Ahora, el debate político gira sobre otros ejes. Las alianzas del Gobierno con fuerzas independentistas y la recuperación económica están en el centro del tablero. Pero la diferencia principal quizás sea el clima envenenado que anega todo el debate político.
Las valoraciones posteriores que hace el CIS y otras empresas demoscópicas constatan que el presidente del Gobierno suele salir casi siempre victorioso en estos duelos parlamentarios. Pero en estos momentos, Sánchez en absoluto tiene garantizado ese triunfo. Tiene enfrente una oposición crecida por sus buenas expectativas electorales y mantiene unas relaciones convulsas con sus aliados.
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Rocío Mendoza, Rocío Mendoza | Madrid, Álex Sánchez y Virginia Carrasco
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