La sesión de control servirá al Gobierno para testar el clima antes de la ronda con la oposición

Todo apunta a que el desencuentro, que, salvo en las votaciones de la prórroga del estado de alarma y de algunas medidas para paliar los efectos de la Covid-19, ha sido una constante desde el inicio de la crisis, volverá a quedar reflejado en el hemiciclo. Ya no sólo por la desconfianza que el PP asegura albergar sobre la voluntad negociadora del Gobierno y su queja de falta de diálogo fluido. Los populares pondrán, además, el foco en las lagunas, a su juicio, de la gestión gubernamental y se dirigirán tanto a Sánchez como a Pablo Iglesias.

Será el secretario general del PP, Teodoro García Egea, quien interpele al líder de Podemos: «¿Qué responsabilidades asume por la gestión de esta terrible crisis?». En las filas conservadoras hace semanas que ponen la carga de la crítica en la supuesta influencia de Iglesias en las decisiones que está tomando el Ejecutivo, sobre todo en el área económica. Reprochan el trasfondo ideológico que, tal y como lo ven, tienen decretos como el que restringe el despido durante la emergencia sanitaria o el que buscó la hibernación de la actividad no esencial hasta la semana pasada. Y cuestionan que las recetas del vicepresidente sean las apropiadas para la siguiente fase.

«Va a venir una aguda crisis económica -alertó este martes el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto- y Pablo Iglesias es un agudo problema para resolverla». También la representante del partido en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, puso en duda que una «coalición con comunistas apoyada por separatistas», dijo, sea «compatible» con una salida a las dificultades que el país deberá afrontar.

Pese a todo, los populares no han llegado a condicionar, como Vox, su participación en los acuerdos con el Gobierno a que, entre otras cosas, se excluya de los mismos al vicepresidente. Tampoco valoraron este martes que FAES, la fundación que dirige José María Aznar, instara a Sánchez a abandonar «compañías desestabilizadoras»: «Si plantea los pactos como una forma de apuntalar su fórmula de gobierno con Podemos y los demás acompañantes, simplemente fracasará».

Desde la Moncloa, sin embargo, la ministra Portavoz, María Jesús Montero, salió en defensa de la cohesión interna del Ejecutivo y rechazó el cambio de marco que plantea el expresidente. «El señor Aznar -zanjó- podrá tener la expectativa que quiera tener respecto al Gobierno».