Sánchez sitúa la investidura «más cerca» tras su pacto con Sumar

El jefe del Ejecutivo en funciones no hizo ninguna alusión explícita a la amnistía ni a ninguna de las cuestiones que lleva semanas negociando con las fuerzas independentistas, singularmente con Junts. Cuestiones de las que recelan, además de la oposición, históricos del PSOE pero también algunos dirigentes actuales como el presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page, que hoy volvió a dejar claro su rechazo al borrado de los delitos cometidos por los encausados del 'procés'.

Sin embargo, Sánchez sí insistió en el relato que él mismo construyó tras las elecciones del pasado 23 de julio para justificar su decisión de aceptar ahora, cuando necesita el apoyo de Junts, una medida que su partido tildó una y otra vez de inconstitucional la pasada legislatura. Y alegó que, ese «mandato» ciudadano salido de las urnas, exigía evitar un Gobierno de Feijóo y Abascal, sortear la repetición electoral, y "que se sigan poniendo en marcha políticas de convivencia, de estabilidad y de progreso».

El presidente del Gobierno incluso defendió que él solo pretende poner remedio a un problema generado por otros, en alusión velada a los Gobiernos del PP y, en concreto, al de Mariano Rajoy. "Nosotros nos hemos enfrentado a una situación heredada, muy difícil, la mayor crisis constitucional de los últimos 45 años en nuestro país, y creo que estamos en la línea de seguir construyendo esa convivencia" insistió.

"Creo además, y lo digo con orgullo y con agradecimiento al PSOE y a Sumar, que este acuerdo es un acuerdo que representa a la mayoría social de nuestro país, haya votado lo que haya votado la gente el pasado 23 de julio, y hayan votado donde hayan votado" añadió.