Pedro Sánchez no pierde la más mínima ocasión para reivindicar las bondades de las políticas desarrolladas por su Gobierno de coalición. Dentro o fuera de España. Con su continuidad pendiente, fundamentalmente, del veredicto del expresidente de la Generalitat y prófugo de la justicia, Carles Puigdemont, ... el presidente en funciones defendió este lunes ante los participantes en un encuentro sobre el cumplimento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la sede de la ONU el «escudo social» puesto en marcha en España durante las crisis del covid y la guerra de Ucrania como ejemplo a seguir.
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El jefe del Ejecutivo, que llegó a Nueva York a última hora de este domingo para participar en la semana de Alto Nivel de Naciones Unidas, dio durante su breve intervención de apenas tres minutos, el límite estricto fijado por los organizadores, claras muestras de su voluntad de seguir al frente del Ejecutivo. No solo anunció el aumento de la contribución al fondo conjunto de los ODS, del que España es ya segundo donante, hasta los 120 millones de euros, sino que ofreció el país como anfitrión de la IV Cumbre de Financiación para el Desarrollo Sostenible en 2025.
Todo en un tono optimista y positivo, diferente del que pudo escucharse en intervenciones previas como la del canciller alemán Olaf Scholz sobre las posibilidades de cumplir a estas alturas con la hoja de ruta de la Agenda 2030. «La década para la acción no está perdida –arengó–. Y debemos actuar».
Fuentes del Ejecutivo defienden que estar en funciones no debe impedir que España participe en todo tipo de encuentros internacionales e incluso sostienen que, al contrario, debe seguir haciéndolo con una representación «acorde al nivel que le corresponde» para proyectar una imagen de «estabilidad», con independencia del momento interno.
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ya llevó un mensaje a la última reunión del G-20 en Nueva Delhi, a la que el jefe del Ejecutivo no pudo asistir por haber dado positivo en covid. Entonces incluso dio por hecho ante los mandatarios de otros países que Sánchez superaría la investidura. En Moncloa recuerdan que cuando algún miembro del Gobierno encabeza una delegación española en un evento internacional habla en realidad por boca el propio presidente.
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En todos los años que lleva al frente del Ejecutivo, desde 2018, Sánchez no ha dejado de asistir nunca a la sesión de apertura de la Asamblea General de la ONU en septiembre. Y este año no será una excepción. Comienza mañana y su intervención está prevista el miércoles. Este martes celebrará sendos encuentros bilaterales con el presidente de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouan, y el primer ministro de Irak, Mohamed Shia Al Sudani.
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