Sánchez recupera en el programa las referencias a la plurinacionalidad tras las protestas del PSC

El presidente del Gobierno en funciones argumentó en un entrevista en Antena 3 que, en realidad, lo que se había conocido la víspera a través de algunos medios (incluido este) no era más que un borrador y que en la versión definitiva sí se recuperarían los conceptos básicos de su planteamientos sobre el modelo de Estado. Fuentes del partido de los socialistas catalanes explicaron, no obstante, que fueron ellos quienes tras conocer el documento ya redactado reclamaron con vehemencia una rectificación a Ferraz. «Nos pareció que el intento de acortar el programa -esgrimieron- no era incompatible con dejar referencias muy relevantes para nosotros».

Esas referencias son las que en el programa para el 28 de abril aludían a la Declaración de Granada, de 2013, y la Declaración de Barcelona, de 2017. En la primera -impulsada por Alfredo Pérez Rubalcaba para, entre otras cosas, dar un banderín de enganche a un PSC que por entonces había sucumbido a la defensa del «derecho a decidir»- los socialistas plantearon por primer vez una reforma constitucional con argumentos como este: «Creemos que en el federalismo se ubican las mejores soluciones para reconocer, respetar e integrar las diversas aspiraciones nacionales que conviven en España, la cohesión social, la igualdad y para encontrar las mejores respuestas a los problemas de nuestras comunidades en un Estado integrador y eficiente».

En la Declaración de Barcelona, suscrita por el PSOE y el PSC después de que Pedro Sánchez venciera en unas primarias casi fraticidas a Susana Díaz, con el apoyo de los socialistas catalanes se apuntaló: «Estamos convencidos que la solución definitiva al actual desencuentro pasará por una reforma constitucional que haga de España un Estado federal. En este camino, es necesario avanzar hasta reconocer plenamente su carácter plurinacional».

La estrategia del PSOE para esta campaña pasa por seducir no solo a sus propios votantes sino también a los desencantados de Ciudadanos, que según las encuestas son legión. En ese intento, encajaba el hecho de que se hubieran pulido aspectos del discurso socialista poco atractivos para ese electorado. Del programa para el 10-N se eliminó también, por ejemplo, un apartado que en abril parecía invitar a un nuevo proceso de reformas estatutarias: «Se aspira a una definición más precisa de los aspectos identitarios, históricos, culturales, lingüísticos, así como a una organización institucional y territorial adaptada a las peculiaridades de cada comunidad en cuanto no afecte al funcionamiento de otros territorios».

En el PSC aclaran que para ellos lo importante eran solo las alusiones a Granada y Barcelona, así que, efectivamente, ese último párrafo sigue sin aparecer en el documento definitivo, publicado en la web del partido en torno a las 15:15 horas. «Al menos desde 2003, en Santillana del Mar, el PSOE se ha comprometido a las reformas necesarias para un nuevo impulso del autogobierno, luego concretadas en la Declaración de Granada de 2013 y en la Declaración de Barcelona de 2017», puede leerse ahora. Una forma de reivindicar que, a diferencia de otros, los socialistas sí han hecho propuestas para el diálogo en Cataluña.