Sánchez pide a Esquerra que dé ya paso a la investidura de Illa

El jefe del Ejecutivo ha respondido así a una pregunta sobre cuáles son los planes del Gobierno en lo que queda de legislatura y en la que Rufián se ha lamentado de estar recibiendo las críticas de la «derecha independentista», es decir, de Junts por ser partidario del diálogo con los socialistas.

En una intervención claramente dirigida a su parroquia en Cataluña, el diputado ha censurado que le acusen de «filosocialista» a él que ha hecho el «discurso más salvaje» contra el PSOE por regalar en su día la presidencia del Gobierno a Mariano Rajoy y a él que, según dijo, tiene familiares que murieron «viendo sus traiciones y trampas en los 90».

«No es que queramos dialogar porque seamos lo mismo que ustedes -ha alegado-. Queremos dialogar y hacer política con ustedes porque somos lo contrario a ustedes. Porque de esto va esto. Yo no creo en ustedes, creo en el momento histórico que nos ha tocado vivir. No creo en su voluntad. Creo en su necesidad. Sé que a usted le encantaría que aquí hubiera 20, 25, 15 diputados de Cs». Y ha añadido: «Lo que no haga a hora no lo va a hacer con un Gobierno del PP y Vox. Y si no, pregunte a Zapatero».

Sánchez ha cuestionado el tono de la intervención y ha llegado a plantear que obedezca a la decisión ya tomada de ERC de volver a celebrar elecciones, algo que ocurrirá si antes del 26 de junio el Parlamento de Cataluña no inviste un nuevo presidente. El jefe del Ejecutivo ha asegurado que está decidido a reiniciar el diálogo con el Gobierno catalán tan pronto como esté constituido y ha dejado claro que no quiere una repetición de los comicios. «A lo mejor se podría pensar en un gobierno de izquierdas liderado por quien ganó, que es el señor Illa», ha dicho.

Esquerra, en todo caso, se comprometió con el resto de fuerzas independentistas, antes del 14-F, a no pactar nada con el PSC y hasta ahora se ha negado a abrir ninguna conversación con los socialistas sobre la formación de un Ejecutivo. A pesar de que Illa fue el vencedor de las elecciones por número de votos, empató en escaños con ERC a 33 escaños y necesitaría para gobernar un apoyo transversal, que no atienda a la política de bloques (independentismo vs no independentismo) que ha dominado Cataluña en la última década.