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María Jesús Montero, portavoz del Gobierno. EFE

Sánchez pretende que el primer gran pacto nacional sea el de los Presupuestos de 2021

El presidente ofrece a los líderes de las fuerzas políticas crear una mesa de partidos que se reuniría la próxima semana

Jueves, 16 de abril 2020, 17:13

Pedro Sánchez pretende que el primer pacto del acuerdo de reconstrucción económica y social sea el de los Presupuestos Generales del Estado para 2021. El presidente del Gobierno ofreció este jueves a los portavoces de Unidas Podemos, Ciudadanos, Junts per Catalunya, BNG, Más País, ... Compromís y PNV formar una mesa de diálogo que aborde las medidas para afrontar la recesión económica, y todos, según la ministra portavoz, aceptaron, salvo los nacionalistas gallegos, que pidieron «tiempo» para responder.

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En ese nuevo foro, las cuentas públicas del próximo año serán uno de los primeros asuntos que se tendrán que abordar, explicaron fuentes gubernamentales. Sánchez ya anunció el pasado 18 de marzo en el Congreso que el Gobierno presentará «en tiempo y forma», es decir antes del 30 de septiembre, un proyecto de Presupuestos «de reconstrucción social y económica» para el que quiere tener «el apoyo de todas las fuerzas políticas». Serán, avanzó, unas cuentas «extrasociales» encaminadas a robustecer «nuestro Estado del bienestar y nuestros sistema público».

El Gobierno aspira a contar con una mayoría más amplia que la que buscó para aprobar los de este año, sustentada en los apoyos de la investidura. Pero aunque el planteamiento de la Moncloa sea el de hacer unos «presupuestos de guerra», con fuerte expansión del gasto público, no va a tener fácil conciliar las posiciones del PP o de Ciudadanos, incluso las del PNV, con las de Unidas Podemos. Pero es que la situación política es «distinta» a la que había antes de la pandemia, argumentan desde la Moncloa, y las posiciones de los partidos tienen que ser también diferentes para afrontar «una emergencia nacional».

Juega a favor de los planes presupuestarios de Sánchez que las estrictas limitaciones de déficit y deuda de Bruselas han desaparecido ante la crisis de la Covid-19 y todos los paises desbordarán en sus cuentas las restricciones comunitarias. Pero aún así, reunir una amplia mayoría parlamentaria acorde con la profundidad de la crisis, será una tarea de encaje de bolillos.

El presidente del Gobierno no mencionó, sin embargo, la prioridad presupuestaria en las videoconferencias que mantuvo este jueves con los portavoces de Unidas Podemos, Ciudadanos, Junts per Catalunya, BNG, Más País, Compromís y PNV. Prefirió escuchar más que hacer propuestas, según señalaron varios de los interlocutores. Su única iniciativa fue la de convocar la próxima semana una mesa de partidos para empezar a discutir los contenidos del acuerdo de reconstrucción. Nadie se negó, solo el BNG aplazó la respuesta, aunque la impresión general es que la oferta está vacía.

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Concreción y no una foto

La líder de Ciudadanos, después de la charla, reclamó a Sánchez «celeridad y concreción» y que se deje «de retórica». Inés Arrimadas, firme defensora de los acuerdos, comunicó al presidente que el pacto debería tener tres ejes, la reactivación económica, la protección social y la contingencia sanitaria. Pero la respuesta, se quejó, fue la nada, sin propuestas de contenido o de metodología, más allá de la mesa de partidos. Un dirigente más afín, como Íñigo Errejón, también dejó traslucir su decepción por la ausencia de concreciones. «El pueblo español necesita más velocidad y contundencia (en las medidas) que la foto de familia entre políticos», advirtió el líder de Más País.

Lo cierto es que la Moncloa no dispone, al menos hasta ahora, de un documento que sirva de base para futuras negociaciones. El único texto que hay sobre la mesa es el que Ciudadanos hizo llegar el pasado martes al presidente del Gobierno. Ante esa propuesta, añadió Arrimadas, «va a ser muy difícil que grandes partidos de la oposición no quieran sentarse» a dialogar. Una clara invitación al PP, que todavía no ha concertado la cita de Pablo Casado con Sánchez.

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La portavoz gubernamental redobló este jueves la presión sobre el líder de la oposición para que se incorpore al diálogo con el presidente del Gobierno. «No se entendería, ni por parte del país ni por parte de muchas personas conservadoras -afirmó María Jesús Montero- que en una situación tan dramática para España el PP no se comprometiera con la reconstrucción del país». En la Moncloa creen que, al final, Casado hablará con Sánchez porque siempre ha atendido los llamamientos del presidente del Gobierno y porque hay un «clamor» entre la ciudadanía a favor de la unidad política en la respuesta a la crisis socioeconómica.

A la espera de que el líder de la oposición acepte la cita, el presidente del Gobierno mantendrá este viernes dos nuevas videoconferencias con los portavoces de EH Bildu, en lo que será su primer contacto bilateral con la izquierda abertzale, y Esquerra Republicana de Catalunya.

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Gobierno y PP intentarán resolver este viernes su pulso sobre la fecha de la reunión Sánchez-Casado

NURIA VEGA | Madrid

Aún no hay fecha para el encuentro entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado. La ronda política, que el Ejecutivo pretendía estrenar con el principal partido de la oposición, continuará este viernes con los grupos parlamentarios que restan, sin que el día y la hora de la entrevista entre ambos dirigentes se haya concretado.

Apenas se han producido movimientos en las últimas horas. Tan sólo un intercambio de mensajes entre gabinetes para hablar este viernes y tratar de coordinarse. En las filas conservadoras, donde plantean una reunión a principios de la semana que viene, volvieron a denunciar la falta de comunicación fluida. «¿Tan difícil es descolgar el teléfono para Pedro Sánchez?», reprochó el secretario general del partido, Teodoro García Egea. Mientras tanto, el Ejecutivo, que ya mostró su disposición a una cita antes del sábado, presionó a los populares: «El país no entendería que se autoexcluyeran».

El malestar, que parece haberse enquistado, llevó al PP el martes a cuestionar su participación en la ronda en el día fijado, sin consulta previa, por la Moncloa. Alegó entonces problemas de agenda para que Pablo Casado atendiera esta semana al jefe del Ejecutivo. Y este jueves, mientras Sánchez contactaba con las primeras formaciones, el líder de los populares acudió a las instalaciones hospitalarias en la Feria de Madrid, Ifema, junto a la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso.

Casado aprovechó las diferencias en el Gobierno sobre el momento de la aprobación de la renta mínima vital para emplazar al Ejecutivo a cerrar un pacto interno antes de negociar acuerdos con la oposición. Y volvió a insistir en la «urgencia» de consensuar «planes de choque» sobre el material sanitario, el pago de las prestaciones por los ERTE y el empleo.

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