Sánchez incorpora a sus vicepresidentes y a la portavoz en la gestión diaria de la crisis

En un primer momento, tras decretarse el estado de alarma, el presidente del Gobierno apartó a Unidas Podemos de la gestión de la crisis. Ahora, un mes después, y con Iglesias como blanco de las críticas de los sectores económicos y de PP, Ciudadanos y Vox, Sánchez le hace un hueco en su equipo más cercano. Ayer, en la sesión de control al Gobierno, los populares reprocharon al vicepresidente segundo poner su ideología por encima de la ciudadanía en la crisis mientras que los de Santiago Abascal le acusaron de imponer en España el modelo chavista venezolano.

La decisión del jefe del Ejecutivo llega también después de que la portavoz dejase claro que el Gobierno no romperá con su socio Unidas Podemos, para poder llevar a cabo su propuesta de pactos con el PP como pidió la Fundación Faes, que preside José María Aznar. «El Gobierno es fuerte y cohesionado», zanjó Montero.

En su último editorial, Faes defiende que con el partido de Iglesias fuera del Ejecutivo se podría tejer una política de «unidad nacional» entre los dos principales partidos, para afrontar la grave crisis económica a la que se enfrenta España como consecuencia de la pandemia.