Sánchez conversa brevemente con Biden en la cumbre del G20

Ambos no habían coincidido desde el célebre paseo conjunto en la cumbre de la OTAN en Bruselas del pasado mes de junio, aunque en agosto hablaron por teléfono para analizar la situación de Afganistán tras la conquista de Kabul por parte de los talibanes. Aquella conversación, en la que acordaron la utilización de las bases de Morón y Rota para acoger a afganos colaboradores de Estados Unidos, desatascó las relaciones entre los dos mandatarios, que hasta entonces solo habían intercambiado saludos protocolarios.

Sánchez y Biden volverán a coincidir este domingo en un evento paralelo a la cumbre del G20 organizado por Estados Unidos y dedicado a analizar la crisis del comercio global, en particular las dificultades que atraviesan las redes del comercio internacional y que tienen parte de la culpa de la subida de los precios a los consumidores.

El líder socialista aprovechó la cumbre del G20 para mantener diversos encuentros bilaterales. Se reunió con el presidente de Canadá, Justin Trudeau, y con el de Argentina, Alberto Fernández, así como con la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y con el nuevo secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Mathias Cormann. También participó en un encuentro sobre África convocado por el presidente francés, Emmanuel Macron, y completó el día con la cena de gala que brindó a los participantes en la cumbre el presidente italiano, Sergio Mattarella, en el Palacio del Quirinal.

En la cita del G20 de Roma Sánchez estuvo acompañado por la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, que mantuvo una agenda paralela de entrevistas. Calviño manifestó la coincidencia de los titulares de las carteras de Finanzas y de Sanidad de los países más desarrollados para avanzar en la campaña de vacunación y hacer llegar más dosis a las naciones pobres. En este sentido, aseguró que en el primer semestre del año que viene, España habrá entregado 50 millones de vacunas a los Estados con menos recursos. También hizo referencia a la reciente polémica por la reforma laboral y defendió que sea Sánchez el que supervise la posición del Ejecutivo en este espinoso asunto que ha provocado fricciones con Unidas Podemos, el socio de los socialistas en la coalición gubernamental.