Pedro Sánchez y el presidente de Montenegro, Milo Djukanovic, este domingo en Montenegro. EFE

Sánchez confía en que la candidatura de Yolanda Díaz llegue 'viva' a las generales

El presidente, que precisa que el espacio electoral a su izquierda resista, descarta una ruptura táctica con Podemos al final de la legislatura

Paula De las Heras

Enviada especial. Mostar

Domingo, 31 de julio 2022, 18:07

El escepticismo es legítimo. La propia Yolanda Díaz lo alimentó hace apenas una semana, cuando descartó que Sumar, la plataforma ciudadana que promueve, llegue a tiempo para concurrir a las elecciones municipales de mayo de 2023. No ayudan las continuas zancadillas del exsecretario general de ... Podemos, Pablo Iglesias, los evidentes choques con la actual dirección de los morados ni lo mucho que ella misma ha tardado pulsar el botón de arranque del «proyecto de país» que dijo que se lanzaba a «levantar ya» hace casi un año. Pedro Sánchez, sin embargo, da por sentado que la vicepresidenta segunda del Gobierno logrará culminar con éxito la construcción de una candidatura para concurrir a las próximas generales. «Sin lugar a dudas», afirmó en una conversación informal con los periodistas que le acompañan en su gira por los Balcanes.

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El presidente del Gobierno cree que así será y, en cierto modo, también lo desea. Siempre ha reconocido que el PSOE necesita que el espacio político a su izquierda llegue fuerte a los próximos comicios, a finales de 2023, porque volverá a precisar su apoyo si quiere seguir en la Moncloa; más aún ante la perspectiva de un PP que ha empezado a coger vuelo en las encuestas tras el cambio de liderazgo interno y la rotunda victoria en Andalucía. Las posibilidades de que los socialistas logren la mayoría absoluta son nulas y Sánchez sabe que estará obligado a firmar un nuevo matrimonio de conveniencia por más quebraderos de cabeza que le haya dado el actual.

Después de haber superado un periodo de sesiones complejo, con votaciones de infarto, y haber revertido el desánimo que generó entre los suyos la derrota andaluza con su nuevo discurso contra «los poderosos», la lectura del presidente es que, en realidad, las cosas no han ido tan mal con sus socios. «Empatizo con un Gobierno que ha vivido situaciones extremas; su trabajo es bastante positivo», argumentó para relativizar los inconvenientes de un ruido que ha pedido rebajar y del que también se quejan sus barones.

«Un año duro»

Sánchez ya dejó claro que, al menos de momento, apretaría el lazo con Podemos y el resto de aliados parlamentarios de la izquierda. Lo visualizó con el contenido del segundo plan anticrisis y con su actuación en el debate sobre el estado de la nación, en el que sumó al impuesto para las grandes energéticas por el que tanto habían peleado otro más a la banca. Pero desde Mostar descartó además una ruptura táctica de la coalición en los compases finales de la legislatura, algo con lo que se ha especulado incluso en su partido ante el temor a perder el centro (según el último CIS, el trasvase de votos al PP alcanza el medio millón). «Es bueno lanzar el mensaje de que la izquierda sabe entenderse y trabajar junta», argumentó.

Suavizada la tensión con ERC el Ejecutivo cree que el camino para aprobar los Presupuestos se allana. Está dispuesto, además, a seguir pisando el acelerador con iniciativas legales del agrado de sus socios para transmitir que está en condiciones de seguir funcionando a pleno rendimiento. «Ha sido un año duro», reconoció. El presidente sigue determinado a agotar la legislatura. Es consciente de que la inflación es su principal enemigo electoral, pero confía en que a partir de septiembre la curva empiece a aplanarse y se muestra esperanzado con la posibilidad de que la UE acepte sus propuestas de reforma del mercado eléctrico.

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La jura de la Princesa de Asturias tendrá que esperar

Pedro Sánchez ya zanjó el debate el pasado viernes, en la rueda de prensa de balance del curso: las generales se celebrarán en diciembre de 2023 y no hará nada para alargar la legislatura hasta enero de 2014. En su paso por Bosnia y Herzegovina volvió a repetirlo, con más detalle, en su charla informal con los enviados especiales. El hecho de que la Princesa de Asturias tenga que jurar la Constitución ante las Cortes Generales al cumplir los 18 años –el 31 de octubre de 2023– es inocuo, según advirtió, por más controversia política que se haya generado.

El artículo 61.2 de la Carta Magna establece que el heredero a la Corona debe prestar juramento de fidelidad tanto a la Constitución como al Rey «al alcanzar la mayoría de edad». Felipe VI lo hizo justo el día de su cumpleaños, el 30 de enero de 1986. Si la princesa Leonor le emulara, Sánchez tendría un problema. O tendría que adelantar las elecciones para que el 31 de octubre las nuevas Cortes estuvieran ya constituidas o tendría que retrasarlas, algo que considera inviable jurídicamente. Si apura los plazos legales hasta el final, las Cámaras quedarían disueltas por decreto dos semanas antes de que la hija de los Reyes alcance la edad del derecho a voto.

El presidente se mostró entre sorprendido y desdeñoso. «La Constitución no dice que la Princesa de Asturias tenga que jurar el día de su cumpleaños», remarcó. La propia Jefatura del Estado ha dado a entender, además, según fuentes gubernamentales, que no habrá problema por esperar porque la función principal de la Corona es garantizar el normal funcionamiento de las instituciones del Estado, no obstaculizarlo.

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