Pedro Sánchez. EFE

Sánchez avisa de que «lo más duro de la crisis está aún por llegar» y socializa errores

El presidente del Gobierno defiende que la crisis del COVID-19 prueba la necesidad de fortalecer el sector público e insiste en reclamar a todos los partidos el apoyo a unos futuros Presupuestos «de reconstrucción» para 2021

Miércoles, 18 de marzo 2020, 07:55

«Lo más duro está todavía por llegar, cuando nuestro sistema sanitario reciba el impacto del mayor número de personas contagiadas, cuando se acumulen los días de aislamiento, cuando se manifiesten las consecuencias económicas de la emergencia», reconoció este miércoles Pedro Sánchez ante el ... pleno del Congreso de los Diputados. El presidente del Gobierno compareció en un hemiciclo casi vacío para cumplir con el precepto legal de dar cuentas a la Cámara legislativa del contenido del decreto por el domingo quedó decretado el estado de alarma en toda España. Pero su intervención fue más allá.

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Sánchez desgranó, sí, tanto las medidas aprobadas al amparo de la excepcional figura constitucional como las acordadas en los últimos Consejos de Ministros –en apenas una semana se han celebrado cuatro– para tratar de hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la pandemia provocada por el COVID-19. Sin embargo, también aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje con indudable carga ideológica: «Esta, señorías, puede ser la primera lección de esta emergencia: protejamos nuestro sistema público de salud y reforcemos nuestro Estado de Bienestar».

LAS FRASES:

  • Pedro Sánchez - Presidente del Gobierno. «Con lo que sabemos hoy no habríamos actuado igual este miércoles, se decretó el estado de alarma cuando se tuvo la certeza de que era el momento»

  • Pablo Casado - Líder del PP. «Tiempo habrá de dirimir las responsabilidades, negligencias o retrasos en la gestión de esta crisis»

  • Iván Espinosa de los Monteros - Portavoz de Vox en el Congreso. «Si le ocurriera algo, señor presidente, pensar que la señora Calvo o el señor Iglesias estuvieran al frente de este país, nos pondría muy nerviosos»

  • Pablo Echenique - Portavoz de Podemos. «Me siento orgulloso de nuestro país, y por primera vez en mucho tiempo estoy orgulloso del Gobierno por el camino correcto que ha adoptado»

  • Gabriel Rufián - Portavoz de ERC en el Congreso. «La demora y la incompetencia frente a lo que tenemos enfrente no comporta pérdida de votos, comporta pérdida de vidas»

  • Aitor Esteban - Portavoz del PNV. «Europa no ha estado a la altura de lo que se esperaba y también el Banco Central Europeo ha perdido la oportunidadde ser útil»

  • Íñigo Errejón - Potavoz de Más País. «Hay que remar mucho más, no puede ser que un Gobierno progresista sea más tímido que uno liberal, como el de Macron»

«No podemos seguir rehuyendo o tergiversando la vinculación entre el Estado del Bienestar y su financiación; no podemos seguir ignorando que una buena sanidad requiere un uso racional y muy eficiente de los recursos pero también requiere una financiación que solamente puede proveer un sistema fiscal justo y también eficiente», añadió en una sutil pero evidente crítica al discurso habitual de la derecha y el centro derecha liberal.

Con esa premisa de fondo, y apelando a la excepcionalidad del momento («una guerra para defender lo que ya dábamos por cierto»), volvió a defender casi como inexcusable el apoyo de todos los grupos no ya a los Presupuestos de 2020, que se dan por perdidos, sino a los de 2021. Y reiteró lo que ya había planteado la jornada anterior, que las cuentas que se elaboren una vez se haya logrado doblegar al coronavirus tendrán que ir encaminadas a la «reconstrucción» del país.

El jefe del Ejecutivo trazó incluso un paralelismo entre el momento actual y el que vivió Alemania tras la II Guerra Mundial, cuando en un «tiempo récord» se convirtió en una poderosa economía con uno de los Estados de bienestar «más fuertes del mundo», para reivindicar las recetas socialdemócratas como las más adecuadas, por no decir las únicas posibles, ante la coyuntura que se avecina. «La necesidad de dotar de recursos a nuestros servicios públicos es una evidencia tan absoluta que creo que queda fuera del debate político», repitió.

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El tono que encontró al otro lado del hemiciclo fue globalmente positivo, pero la mayoría de los intervinientes evitaron comprometerse con un proyecto que, como pronto –si se cumplen los plazos establecidos en la Constitución pero ignorados sistemáticamente desde 2017– llegarán a la Cámara baja el 30 de septiembre.

Lo que sí hubo, incluso por parte de Vox, pese a un durísimo discurso en el que reclamó la dimisión de Carmen Calvo y Pablo Iglesias, fue apoyo para parar ahora el golpe y tomar medidas urgentes. Pero en su réplica, el líder del PP, Pablo Casado, advirtió: «No es momento para confrontar lo público con lo privado» .

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ERC, tan crítico como Vox

Los reproches más duros sobre la gestión realizada hasta la fecha, sin embargo, vinieron paradójicamente del portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya, Gabriel Rufián, el aliado que permitió la investidura del secretario general del PSOE. Al igual que el representante de la formación del extremo derecha, Iván Espinosa de los Monteros, el dirigente independentista acusó al Gobierno de falta de previsión y de ir por detrás de los acontecimientos.

«Primero nos dijeron que era literalmente imposible que llegaran casos de fuera y, cuando llegaron ,que todo se podía parar con métodos terriblemente débiles. ¿Resultado? 500 muertos, la mayoría ancianos. Antes del confinamiento eran 200», recriminó. «La demora y la incompetencia frente a lo que tenemos enfrente -añadió- no comporta pérdida de votos sino pérdida de vidas».

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Sánchez ya se había anticipado a estas críticas admitiendo errores, pero no por su parte sino por la de los expertos, la Organización Mundial de la Salud y cualquier otro país afectado. «El ser humano –replicó– sucumbe con frecuencia a lo que se conoce como sesgo de retrospectiva. Con lo que sabemos hoy, el mundo no habría actuado de la misma manera, Francia no habría mantenido la primera vuelta de las elecciones locales para suspenderlas un día después», Sobre la celebración del 8-M en España, sin embargo, guardó silencio.

Los grupos de la izquierda aplaudieron la inyección económica de su último plan de choque, pero dejaron claro que exigirán más gasto público.

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