Sánchez garantiza a Podemos que los Presupuestos no quedarán desvirtuados en la negociación

Los trabajos internos para elaborar un borrador de cuentas públicas comenzarán esta tarde. «Arranca la preparación del anteproyecto de Presupuestos del Gobierno de coalición progresista de PSOE y Unidas Podemos», ha trasladado esta mañana la Secretaría de Estado de Comunicación. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, se han citado a las seis de la tarde para iniciar los trabajos. La reunión tendrá lugar un día antes de que Sánchez emprenda la ronda política para sondear la disposición de los principales partidos.

El jefe del Ejecutivo ha cuidado en los últimos meses la relación con Ciudadanos para ampliar las posibilidades de pacto, consciente de la dificultad de reeditar la mayoría que permitió su investidura. Las reticencias de Podemos, sin embargo, han interferido desde el viernes en este esquema de trabajo. Fue entonces cuando el partido de Iglesias advirtió al PSOE de que no podrá contar con ellos para unos Presupuestos elaborados con Inés Arrimadas. Ese amago de veto, sin embargo, ha quedado suavizado.

PSOE y Unidas Podemos acordarán primero dentro del Gobierno un borrador conjunto y buscarán, después, los apoyos externos que necesitan. «Somos conscientes de que tenemos que aprobar unos Presupuestos, somos conscientes de que tienen que ser unos Presupuestos progresistas y tenemos que ser conscientes también de que no puede ser unos Presupuestos excluyentes. No podemos excluir a ningún grupo político, y subrayo, a ningún grupo político», ha zanjado esta mañana Sánchez en una entrevista en la SER sin citar expresamente a Ciudadanos.

Sí ha nombrado, en cambio, al PNV como socio estratégico. Esa, la suma de los partidos que hicieron viable la moción de censura a Mariano Rajoy y la investidura de Sánchez, es la vía que prefiere Unidas Podemos. En la parte socialista del Gobierno se muestran, sin embargo, escépticos ante la posibilidad de que Esquerra quiera sumarse esta vez a los Presupuestos. Lo reconoció ayer la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, cuando recordó que Oriol Junqueras no está por la labor de apoyar las cuentas.

Sánchez, en todo caso, asegura seguir confiando en Esquerra, al que ha garantizado que su apuesta por el diálogo con la Generalitat continúa vigente. Los republicanos han pedido en los últimos días un cambio de actitud al Gobierno ante el «conflicto político» catalán para poder abordar los Presupuestos. «Ahí está la mesa de diálogo y estamos dispuestos a reunirnos en septiembre cuando quiera el Govern de Cataluña», ha anticipado el jefe del Ejecutivo.

El PP, mientras tanto, descarta entrar en una negociación presupuestaria y muestra reticencias a acordar los cambios en el Consejo General del Poder Judicial. Esto última, la actualización de órganos como el Tribunal Constitucional, RTVE o el Defensor del Pueblo, será uno de los asuntos que Sánchez ponga mañana sobre la mesa en su encuentro con Pablo Casado. Hay poco margen para el acuerdo.

En este escenario, el jefe del Ejecutivo ha instado a los populares a apartar la «lucha partidista», una llamada que ha extendido a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y a no «abstraerse» de la necesaria renovación del CGPJ. La persistencia del bloqueo indicaría, a su juicio, un mal funcionamiento institucional.

«Ser el líder de la oposición no es solamente tener más escaños que otros grupos parlamentarios -ha afeado a Casado-, es liderar el discurso de la oposición. Y cuando oigo al PP decir no a todo porque es la alternativa, yo lo que le digo es que en una situación tan inédita como la que está viviendo el país, la alternativa precisamente significa arrimar el hombro».