Gobierno y PSOE, casi de manera simultánea, pusieron este martes a resguardo su alianza con Unidas Podemos. El foco de la oposición en las causas judiciales que habrá de afrontar la formación de Pablo Iglesias y la perspectiva de que eso se convierta en un ... elemento de erosión del Ejecutivo llevó a los socialistas a cerrar filas. Sus votos sirvieron en el Congreso para frenar las exigencias de PP y Ciudadanos y evitar que el vicepresidente segundo tuviera que explicar en sede parlamentaria la investigación de las cuentas de su partido. Mientras, en la Moncloa, Pedro Sánchez expresó su «máxima confianza política» en su socio de Consejo de Ministros.
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Pese a las tensiones, las discrepancias y el horizonte judicial de Unidas Podemos, desde la Moncloa se lanzan mensajes de resistencia de la coalición, que en el corto plazo deberá gestionar una vuelta a la actividad de alto voltaje con brotes activos de coronavirus, sus derivadas económicas, una compleja negociación presupuestaria y la moción de censura que promueve Vox. En este escenario, Sánchez acota al ámbito de los tribunales las pesquisas sobre la financiación de Unidas Podemos, y el PSOE repite la fórmula de respeto a la independencia judicial. El mensaje quedó resumido este martes en la comparecencia del jefe del Ejecutivo tras el parón estival: «Nosotros no comentamos estas cuestiones. En el terreno político sí que le digo que total confianza y total apoyo a Unidas Podemos y al vicepresidente segundo».
El respaldo se tradujo en una acción conjunta en el Congreso, donde Unidas Podemos y el PSOE rechazaron las iniciativas de PP y Ciudadanos, que perseguían la comparecencia de Iglesias en pleno y en comisión. Los socialistas incidieron en que la causa abierta en el Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid se debe a una «denuncia de un extrabajador» de Podemos y apostillaron que, en anteriores ocasiones, todas las investigaciones sobre la financiación del partido «han sido archivadas». También recordaron a los populares el caso Gürtel.
No logró el PP en la Diputación Permanente aunar los votos necesarios para forzar la asistencia de Iglesias al Congreso en agosto. Sólo Ciudadanos, cofirmante de dos de las solicitudes, y Vox se sumaron a la pretensión. Pero los populares concedieron una especial relevancia al debate, en el que se estrenó su nueva portavoz parlamentaria tras el cese de Cayetana Álvarez de Toledo.
El PP ha visto en los asuntos judiciales algo más que un motivo de exigencia a Unidas Podemos y apunta desde hace semanas al jefe del Ejecutivo. «¿Va a seguir protegiendo al vicepresidente? ¿Hablamos del poder por el poder?», preguntó Cuca Gamarra, que recordó que su partido ha registrado, además, una propuesta de comisión de investigación sobre el mismo asunto. A su lado, seguía este martes la intervención Pablo Casado.
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La confrontación dialéctica subió de tono en el turno de Unidas Podemos, que ligó los movimientos de PP y Ciudadanos en el Congreso a la moción de censura de Santiago Abascal. «Le hacen el trabajo sucio a Vox con iniciativas como estas, un nuevo paso para la desestabilización institucional, golpismo de guante blanco de quienes creen que el poder les corresponde sólo a ellos y, además, a perpetuidad», cargó el diputado de la formación de Iglesias Enrique Santiago.
Ninguno de los socios de investidura del Gobierno respaldó la petición de la derecha y Esquerra puntualizó que deberían darse circunstancias similares a las de Mariano Rajoy en su día, cuando hubo fallo sobre Gürtel de la Audiencia Nacional. Tampoco el PNV consideró que este fuera el momento, aunque tanto los nacionalistas vascos como Coalición Canaria subrayaron la falta de coherencia en Podemos si se examina su actitud pasada. Compromís, mientras tanto, ofreció al PP un pacto: comisión de investigación sobre las cuentas del partido de Iglesias a cambio de comisión de investigación sobre Juan Carlos I.
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