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Todos los gestos estaban este lunes medidos para proyectar una imagen de alto el fuego entre el Gobierno central y el autonómico. En un contexto de delicada situación epidemiológica en la Comunidad de Madrid, Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso se esforzaron por poner ... el foco en la voluntad de cooperar. El acuerdo se tradujo en un grupo de trabajo para dar una respuesta coordinada a la propagación del virus y quedó sellado con una simbólica comparecencia conjunta en la sede de la presidencia madrileña. Pero diferencias también las hubo.
Apenas media hora después de que comenzara la reunión entre Sánchez y Díaz Ayuso, la Moncloa anunció en un escueto mensaje: «El presidente del Gobierno y la presidenta de la Comunidad de Madrid han alcanzado un acuerdo». Los gabinetes de ambos ejecutivos tenían, de hecho, la encomienda de trabajar durante todo el fin de semana en allanar el camino. Y el resultado es ese Grupo Covid-19 que se reunirá de manera semanal -este mismo lunes, a las 18:00 horas, se celebró el primer encuentro- para seguir la evolución de la epidemia.
De él forman parte los ministros de Sanidad y Política Territorial, por un lado, y el vicepresidente madrileño y el consejero de Sanidad, por otro. Las dos almas del Ejecutivo regional quedan así representadas: Ignacio Aguado, de Ciudadanos, y Enrique Ruiz Escudero, del PP. Su función consistirá en «planificar respuestas contra la pandemia», aunque sus propuestas servirán de «recomendaciones», puesto que la decisión de actuar sigue en manos del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Una y otra vez lo reiteró el jefe del Ejecutivo: «Estamos aquí para apoyar, no estamos para tutelar, evaluar y, menos aún, suplantar a una administración que tiene sus facultades perfectamente reconocidas en la ley y la Constitución». Pese a que el mensaje puede parecer conciliador, esa ha sido materia de fricción entre el Gobierno y el PP. El líder de la formación conservadora, Pablo Casado, insistió hoy mismo, horas antes del encuentro, en Twitter: «Sánchez dice que va a Madrid sólo a ayudar, pero por ley es responsable de gestionar la pandemia».
No fue el único momento en el que quedaron al descubierto las discrepancias. El jefe del Ejecutivo pidió un refuerzo de la atención primaria y Ayuso advirtió de que hay un problema, «no hay médicos en España». La presidenta autonómica señaló el aeropuerto como punto vulnerable y Sánchez destacó que sólo un 0,2% de los contagios tras el estado de alarma provienen de Barajas.
Tan sólo 24 horas antes, PSOE y PP seguían intercambiando reproches. Los socialistas llegaron a hablar de «incompetencia» del Gobierno autonómico. Los populares, de «acoso y derribo» contra Díaz Ayuso. «Esta es una lucha epidemiológica, no ideológica», llamó, pese a ello, Sánchez a aparcar la batalla partidista. «Si son tiempos de unidad, también son tiempos de dejar el activismo de lado», remató la dirigente madrileña con la mirada puesta en la oposición.
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