A. Azpiroz y María Eugenia Alonso
Madrid
Miércoles, 12 de mayo 2021, 08:38
Primera sesión de control en el Congreso de Pedro Sánchez tras la debacle del PSOE el 4-M. Y también la primera vez que el presidente del Gobierno debe responder a preguntas sobre el peor resultado de la historia del PSOE en la Comunidad de ... Madrid, algo que se ha apresurado a recordarle Pablo Casado. «Hasta les ha superado el partido de Íñigo Errejón (...) Y eso haciendo trampas con el CIS y el BOE, ocultando el sablazo fiscal. Solo ha entorpecido la vacunación, y dice que la pandemia es el pasado», ha espetado el líder del PP.
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La respuesta de Sánchez es que existe estabilidad política y, pese al revés, madrileño, está decidido a agotar la legislatura. Para ello, le ha pedido al jefe de la oposición que contribuya a la «estabilidad política» y ha reiterado que «el estado de alarma es el pasado y el futuro se llama inmunidad de grupo», con repetición incluida de la cifra de 32 meses que quedan de legislatura.
En apenas unos segundos Sánchez y Casado se han enzarzado. Si el líder del PSOE ha espetado al del PP que «se le pone cara de Albert Rivera», el segundo ha respondido al primero que «se le pone cara de Zapatero». «Sólo le importa seguir en el poder al precio que sea. Deje de meter la cabeza en el suelo como una avestruz, defienda a los españoles porque su empecinamiento cuesta vidas», ha aseverado el dirigente popular, que ha vuelto a brindar su 'plan B' como solución contra el caos jurídico reinante tras decaer la alarma.
En su réplica, Casado ha añadido que el socialista es un «pato cojo», como se define a los presidentes de Estados Unidos cuya legislatura se agota y carece de mayoría en el Congreso para sacar adelante ley alguna. «La primera semana de junio le garantizo que habrá diez millones de vacunados con la pauta completa. La economía está a punto de relanzarse», ha aseverado Sánchez, desoyendo así los malos augurios del conservador.
El PP registró el pasado 14 de abril en la Camara baja una alternativa jurídica con la idea de que se solventase por la vía de urgencia para modificar la Ley de Medidas Especiales en Materia Sanitaria de 1986 antes de que expirase la excepcionalidad. Incluso inició contactos con el resto de fuerzas parlamentarias, incluidos los socios del Ejecutivo, que se abren a respaldarla para acabar con el limbo legal en el que se han quedado atrapadas las autonomías.
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Este miércoles los populares han reclamado al Gobierno que dejen de bloquearla para que pueda seguir su tramitación. «No cuentan con nuestros votos y estamos pagando un peaje sanitario», le ha reprochado la portavoz del PP, Cuca Gamarra a Carmen Calvo. «Por fin, tras muchos años, han tenido una victoria electoral. Bueno, ustedes no, la señora Ayuso. Dejen de venir aquí a desahogarse. Este Gobierno en B, no quiere nada, lo quiere en A», ha replicado la viceoresidenta primera, que ha calificado que la propuesta de los populares de «inquietante» porque pretende hacer modificaciones para «debilitar el control de la calidad de los derechos y de la democracia».
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