Sáenz de Santamaría aboga por la moderación y el diálogo en un escenario político polarizado

En un mundo que la exvicepresidenta del Gobierno cree que avanza hacia una mayor colaboración entre instituciones, Sáenz de Santamaría recomienda preservar el diálogo. El social y el político. «Un diálogo político profundo», incidió en un encuentro virtual organizado por Llorente y Cuenca, el Foro de Marcas Renombradas Españolas y el Grupo Godó. «Defender las convicciones en el fondo no es un obstáculo para ejercer la moderación en la forma –dejó sobre la mesa–, pero yo no sé si la moderación en estos tiempos de polarización está de moda».

El suyo, dijo, es un mensaje «que sirve para España y para fuera». Pero llega en un momento en el que los sectores más centrados del PP reclaman a la dirección de Pablo Casado huir de «los excesos» y trazar un plan a «largo plazo» que incluya sondear acuerdos con el Gobierno. «Debemos ser constructivos», apuntan fuentes territoriales, que entienden que sólo así se puede consolidar la alternativa.

En este marco, tras semanas en las que la oposición del PP ha llegado a adquirir, como apuntan algunos cargos, «tono de moción de censura», Casado ha virado el foco de su discurso hacia sus propuestas de pactos sectoriales. Y la formación conservadora ha lanzado algunas señales de un cierto reajuste estratégico después de escenificar en la Cámara baja un alejamiento profundo del Ejecutivo. Además de apoyar el Ingreso Mínimo Vital, los populares estudian el decreto que regula la «nueva normalidad» tras el estado de alarma.

El texto se debatirá en el Congreso el 25 de junio, y, aunque no hay una decisión adoptada, en el PP no parecen apuntar por ahora al voto en contra. El perfil de quien se encarga de esta cuestión, la exministra Ana Pastor, lleva a pensar a los cargos consultados que es posible algún tipo de gesto.

Representantes del PP que abogan por los consensos y siguieron la intervención de Casado en la Junta Directiva Nacional del 8 de junio aseguran desconocer, sin embargo, si se trata de una «estrategia sostenida» o «coyuntural». «Esa es la duda», reconocen. «No es la primera vez que le escuchamos hablar de moderación y centro», recuerdan en desacuerdo con la «dureza» de la última fase del estado de alarma. A su juicio, ni tan siquiera estudiando la tendencia de las encuestas se puede argumentar que el partido haya rentabilizado su oposición al Gobierno.

Quienes así se expresan celebran ofrecimientos como el hoy de Pastor en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso, donde Casado le ha encomendado la portavocía y donde reclamó un pacto de Estado por la sanidad que incluya reformas estructurales. También noticias como la del miércoles en Castilla y León. Allí el Gobierno de PP y Ciudadanos cerró un pacto para paliar los efectos de la epidemia con todas las fuerzas políticas, salvo Vox y Unión del Pueblo Leonés.

Precisamente, el presidente de este territorio, Alfonso Fernández Mañueco, apostó este jueves por la «búsqueda del entendimiento» y por el compromiso de todos con una «desescalada verbal». Desde Cayetana Álvarez de Toledo al vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, a quien reprochó «agredir» con «sus palabras a miembros de la oposición». Se mostró incluso partidario en la Ser de «intentar» acordar al menos «algunos aspectos» de los Presupuestos. Esto, sin embargo, no forma parte de los planes del PP, cuando las cuentas son el reflejo del proyecto de un Gobierno. En este caso, uno de coalición con Unidas Podemos.

A este partido también pareció referirse Sáenz de Santamaría cuando preguntada por los fondos europeos para la reconstrucción alertó del riesgo «de caer en un dirigismo económico muy ideológico».