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A. Azpiroz
Madrid
Lunes, 17 de octubre 2022, 14:20
Los Reyes iniciaron este lunes una visita de estado a Alemania, un viaje que se tuvo que aplazar en su momento a causa de la pandemia y que no tenía lugar desde que los realizaran los reyes eméritos en 1986.
Don Felipe y doña Letizia ... aterrizaron este domingo en Berlín para dirigirse a continuación a la embajada, donde mantuvieron un encuentro con representantes de una colonia de más de 200.000 españoles en este país europeo. Este lunes fueron recibidos por el presidente de la República Federal, Frank-Walter Steinmeier y a la tarde mantuvieron otro encuentro con el canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz. En sus declaraciones en Alemania, el Rey resaltó el excelente momento de las relaciones entre España y la conocida como la «locomotora de Europa».
«España y Alemania -señaló el Rey durante el discurso de bienvenida- son dos grandes países unidos por los principios de libertad, democracia y Estado de derecho, y que como miembros de la Unión Europea, la OTAN y la ONU están plenamente comprometidos con el respeto al Derecho Internacional y a su observancia y cumplimiento».
A la noche los monarcas fueron agasajados con una cena de gala y este martes viajan a Frankfurt donde España es la invitada de honor de la Feria del Libro.
Tal y como señaló el jefe del Estado, las relaciones entre España y Alemania atraviesan un momento dulce por distintos factores. El primero es la sintonía ideológica entre dos líderes socialistas, Pedro Sánchez y Scholz, quienes junto al portugués António Costa ejercen como líderes de una socialdemocracia europea que ha sufrido gravísimos reveses en las últimas elecciones den Francia, Suecia e Italia.
Por otro lado, la crisis energética a causa de la guerra en Ucrania ha tendido inesperados puentes entre Madrid y Berlín. Uno de ellos es la construcción del MidCat, el gasoducto a medio construir entre la Península Ibérica y el resto del continente. Para una Alemania que busca liberarse de la dependencia del gas ruso, esta vía supondría un alivio de cara a satisfacer sus necesidades de energía, ya sea a través del gas argelino o de la capacidad de regasificación de España. No obstante, Francia se niega en rotundo a financiar la conclusión de las obras, que pese a que en un futuro, además, serviría como conducto del hidrógeno verde, una fuente limpia de energía por la que España apuesta en buena parte en su proyecto de transición ecológica.
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