Pedro Sánchez, en la última reunión con los presidentes autonómicos. Efe I EP

Sánchez reclama el refuerzo de la atención primaria para empezar la desescalada

Las comunidades piden que la relajación de las restricciones se adapte a cada territorio pero discrepan en el cómo

Nuria Vega

Madrid

Domingo, 19 de abril 2020, 09:56

Pese a que decretar el confinamiento de la población fue, por drástica, una decisión complicada de adoptar, algunos de los presidentes autonómicos que este domingo participaron en la videoconferencia semanal con Pedro Sánchez coinciden en que gestionar ahora la flexibilización de las restricciones ... puede ser aún más complejo por la conciencia de los riesgos. No hubo quien discrepara del análisis: ni la epidemia ha evolucionado del mismo modo en todos los territorios ni la respuesta puede ser, por lo tanto, homogénea. Ahora bien, el criterio sobre cómo proceder a la desescalada en cada comunidadad es dispar.

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El jefe del Ejecutivo avanzó este domingo que el factor principal que determinará en qué momento y dónde podrá relajarse el confinamiento. Será el refuerzo de la atención primaria lo que dará una idea de las zonas que están preparadas para la siguiente etapa. Son cuatro las garantías que el sistema debe ofrecer: la detección precoz de los contagiados y la capacidad diagnóstica; el aislamiento de los mismos; una monitorización estrecha de los casos; y la localización y seguimiento de los contactos del paciente. Es decir, el elemento decisivo no será tanto el número de personas que hayan contraído el virus, sino, sobre todo, las posibilidades de los servicios sanitarios y la provisión del material de protección para los ciudadanos.

«Lenta marcha hacia la desescalada», advirtió Sánchez a los responsables autonómicos, con quienes el Ejecutivo pretende, o al menos así lo entendieron presidentes de distinto signo, compartir la estrategia de transición hacia una «nueva normalidad».

No necesariamente se abordará la flexibilización de las medidas por comunidades autónomas. En algunos casos, podrían atenderse las circunstancias de provincias, comarcas o municipios. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, puso este domingo como ejemplo zonas de su región en las que no se han registrado casos y donde podría permitirse la salida de casa. Eso sí, sin cambiar de población. También el responsable del Gobierno de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, advirtió sobre la necesidad de de ser cuidadosos con el tránsito entre municipios. «Vamos a escuchar las propuestas», respondió el ministro Salvador Illa, que este lues se reunirá con los consejeros de Sanidad.

Centralidad vs autogobierno

La principal discrepancia entre las autonomías reside, en todo caso, en quién sienta el criterio, quién dirige la fase de relajación de las medidas. Los Gobiernos de Cataluña y País Vasco abogaron este domingo por una mayor capacidad de gestión en esta etapa. El líder de la Generalitat, Quim Torra, reclamó administrar la transición en su territorio y avanzó que su Ejecutivo aprobará «lo antes posible» un plan de desconfinamiento. Mientras, el lehendakari, Iñigo Urkullu, se expresó en otros términos, aunque también planteó una alternativa «a la desescalada asimétrica con el pilotaje del Gobierno español» que ofrece Sánchez. Defendió un proceso «compartido y singularizado» y la apertura limitada de comercios en Euskadi y la práctica de deporte individual.

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No coincidieron con el enfoque los presidentes autonómicos del PP. Algunos de ellos apostaron por que el Gobierno fije primero los parámetros y las condiciones que deben darse para la salida progresiva y que, después, analice la situación con cada comunidad.

Esta fue la propuesta de Fernández Mañueco -«ni todo el mundo puede hacer lo mismo ni cada comunidad puede hacer lo que le dé la gana»-, pero también Juanma Moreno solicitó un criterio «nítido». El presidente de la Junta de Andalucía demandó, además, que su territorio sea de los primeros en rebajar las restricciones y concretó que su Ejecutivo trabaja en un mapa sobre el impacto de los contagios en cada zona. El socialista García-Page, mientras tanto, se reconoció en una posición intermedia.

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También hubo algunas diferencias sobre la edad de los niños que podrán salir a la calle, aunque será el Consejo de Ministros del martes el que esclarezca este extremo, y la presidenta de Madrid pidió que se tenga en cuenta las necesidades de embarazadas y personas con problemas cardiovasculares.

El tono del encuentro, en todo caso, poco tuvo que ver con el de anteriores citas. Más centrados en el futuro, la tensión quedó rebajada. Sánchez ofreció, además, a las autonomías un pacto interinstitucional entre Gobiernos. En todo caso, varios presidentes recelaron del anuncio de que contarán con «14.000 millones extra de liquidez» y denunciaron que esos fondos ya «previstos» se vendan como «extraordinarios».

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Casado propone decretar el luto en los ayuntamientos

El PP, que insta al Gobierno a decretar el luto oficial por los fallecidos por el coronavirus, propuso este domingo, además, que esa medida se adopte en todos los ayuntamientos. Los populares han hecho de este asunto una reivindicación política durante la crisis del coronavirus. Incluso en la última sesión de control al Gobierno, Pablo Casado llegó a reclamar a Pedro Sánchez que se pusiera la «corbata negra» que llevó por las víctimas del atentado terrorista contra la sala de conciertos Bataclan en París en 2015. «Hoy 410 familias han perdido a un ser querido sin poder despedirle. Merecen visibilidad y nuestro homenaje», volvió a publicar en Twitter.

Precisamente, este domingo, la Comunidad Valenciana, donde este domingo era día de luto oficial, recordó a quienes han perdido la vida tras contraer la Covid-19. Las banderas ondearon a media asta y en los balcones de las instituciones y los domicilios particulares se guardaron tres minutos de silencio. El presidente, el socialista Ximo Puig, se sumó desde el Palau de la Generalitat. Pasada la emergencia, además, el Gobierno autonómico ya ha anunciado que rendirá homenaje tanto a los fallecidos como a quienes han contribuido a mitigar los efectos de la pandemia.

También el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, propuso este domingo la organización de un «homenaje institucional» a las víctimas mortales del coronavirus Covid-19 para ofrecerles «tributo público y oficial» y reconocer la labor de los profesionales sanitarios en la lucha contra la pandemia. Así se lo trasladará a la Federación Andaluza de Municipios y Provincias. «Todos tenemos un luto interno que tenemos que proyectar -defendió en rueda de prensa-. Esto no ha pasado nunca en la historia reciente, 20.000 personas muertas, y ese sentimiento también se debe proyectar desde la instituciones». Reclamó al Ejecutivo central un gesto en el mismo sentido.

En Castilla y León, mientras tanto, el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, manifestó su respeto por la decisión de todos los ayuntamientos. Incluido el de Valladolid, que no se ha sumado al luto decretado en la comunidad.

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