Redondo es enterrado entre el unánime elogio de toda la sociedad

Quizás la presencia que simbolizaba más lo que representa el espíritu de Redondo Urbieta era la de Martín Villa, exministro de Interior durante los primeros años de la democracia. Frente a sus diferencias y los momentos de tensión que se vivieron en aquellos años, ambos mantenían una buena relación. La visita de Feijóo a la sede de la UGT, su saludo con el actual líder de la central, Pepe Álvarez, también estaban cargadas de simbolismo. Fue una «fuente para inspirarse» en el actual «momento de tensión» política, ha resumido el dirigente popular.

Feijóo, que también ha subrayado que fue «una figura clave» para entender la España desde la dictadura de Franco hasta el pacto constitucional de 1978, ha destacado que «lo importante no es el desacuerdo, sino el acuerdo, lo importante es desactivar el conflicto a través de la cesión de las partes, la gente siempre es recordada por los acuerdos y no por las disputas».

De forma paralela, y agradeciendo al actual secretario general de UGT, Pepe Álvarez, haberle recibido en la sede del sindicato, ha destacado la labor de Redondo también desde el punto de vista sindical, un sindicalismo «responsable y comprometido con los derechos de los trabajadores y el conjunto del país». Por último, ha alabado al hijo de Redondo, Nicolás Redondo Terreros, del que ha dicho que practicó un «socialismo responsable» en País Vasco durante el tiempo que se dedicó a la política activa. Redondo hijo fue secretario general del Partido Socialista de Euskadi entre 1997 y 2002.

Por su parte, Patxi López ha señalado que los países se construyen por la personas que los componen y que Nicolás Redondo «fue constructor de este país, porque lo cimentó en los derechos y libertades que se empeñó en conquistar para todos».