El Gobierno sufre una derrota tras el rechazo a las políticas sociales

La votación referente al dictamen Económico se tendrá que repetir la semana que viene después de que uno de los diputados de Unidas Podemos que había solicitado la votar telemáticamente lo hiciera de forma presencial, algo no permitido. La Cámara baja notificó el error a última hora de la tarde, después de que el bloque se hubiera dado por aprobado por la mínima:169 votos a favor por 168 en contra.

Los socialistas habían intentado atraer hasta última hora el apoyo de Ciudadanos a este bloque y convencieron a Unidas Podemos yERC para presentar conjuntamente una enmienda transaccional que eliminaba una cláusula en el texto de conclusiones del apartado de Políticas Sociales que vetaba a la escuela concertada del paquete de 2.000 millones de euros en ayudas destinadas a la educación durante la etapa pospandemia. Los liberales habían dibujado ahí una línea roja. Pero el movimiento se demostró inútil ante las reticencias de los naranjas, que pedían un «apoyo expreso a la concertada».

Desde Unidas Podemos trataron de salvar el bloque firmando una enmienda junto a EHBildu para amarrar sus seis votos, pero el PSOE rechazó un pacto que comprometía a mejorar las pensiones mediante la revalorización con el coste de la vida, el aumento de las pensiones mínimas y la derogación del factor de sostenibilidad. Eso llevó a la coalición abertzale a mantenerse en el 'no' que ya había anunciado.

Más frutos dieron las reuniones que mantuvieron los días previos representantes del PSOE y el PP, que acabó apoyando los bloques de Sanidad y Unión Europea. Pese a la contundencia mostrada por los populares contra elGobierno en la sesión de control que se había celebrado previamente, la portavoz del partido en la comisión, Ana Pastor, había insistido en la necesidad de«aparcar diferencias». Finalmente los socialistas cedieron y aceptaron la creación de una Agencia Estatal de Salud con vocación de coordinar los sistemas sanitarios autonómicos.

Precisamente los bloques de Sanidad y Unión Europea fueron los que más apoyo obtuvieron, con mayorías similares a las que ya se habían visto durante las dos primeras prórrogas del estado de alarma. 256 votos a favor, 88 en contra, el primero;y 257 apoyos y 59 rechazos, el segundo.

Pero los intentos de Pedro Sánchez por atraer a Ciudadanos o incluso al PP han provocado otro efecto colateral, el alejamiento con las fuerzas que hicieron posible su investidura en enero. El sistema de alianzas está más abierto ahora, a las puertas de lala negociación de los Presupuestos de 2021.

Durante el debate de las conclusiones, el PNV llegó a acusar al Gobierno de intentar una «recentralización», mientras que Más País o EHBildu tacharon de «tibias» algunas de las propuestas para la reconstrucción. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián denunció que «el fantasma del jacobinismo» había recorrido la comisión.

Desde Vox, la única formación que rechazó los cuatro bloques, celebraban esta primera derrota parlamentaria del Gobierno. «Es una fantástica noticia», señaló su portavoz, Iván Espinosa de los Monteros, que abandonó la comisión a principios de julio, cuando se empezaron a redactar las conclusiones.

Lejos quedaba el ideal de reeditar los Pactos de la Moncloa de 1977 a los que aspiraba Sánchez. Espoleado por el acuerdo que firmaron los líderes europeos en Bruselas en la madrugada del pasado martes, los socialistas lo intentaron hasta el final firmando un total de 61 enmiendas junto a otros partidos de distnto signo.